Jordi Kuhs
Viena, 27 jun (EFE).- El mercado internacional de petróleo vivió
una semana de gran volatilidad e indecisión de los precios, primero
presionados por las dudas sobre la recuperación de la economía
mundial y luego impulsados por la creciente inestabilidad en Nigeria
e Irán, dos importantes productores y exportadores de crudo.
El Petróleo Intermedio de Texas (WTI), la marca de referencia
para EEUU, empezó la semana con una bajada del 3,7 por ciento hasta
menos de 67 dólares por barril, superó a mitad de la semana los 70
dólares y la cerró finalmente a 69,16 dólares por barril.
El Brent, la marca de referencia en Europa, abrió la semana con
una bajada del 3,1 por ciento a 66,98 dólares por barril para cerrar
el viernes a 68,92 dólares por barril, el 1,2 por ciento menos que
su máximo semanal alcanzado el jueves cuando rozó los 70 dólares.
Por su parte, el precio de la llamada "cesta OPEP", un promedio
de doce crudos de la Organización de Países Exportadores de
Petróleo, se mantuvo esta semana entre los 67,41 dólares del lunes y
los 68,65 dólares del jueves, su último día de cotización.
Al inicio de la semana los precios bajaron ante el pesimismo en
el mercado acerca de la marcha de la economía mundial y un posible
debilitamiento de la demanda energética si la crisis se alarga.
Las dudas tomaron fuerza después de que el Banco Mundial
informara de que la economía global se contraerá en 2009 un 2,9 por
ciento, frente al 1,7 por ciento que había pronosticado hace tan
sólo tres meses.
Los precios empezaron a subir tras el anuncio de la guerrilla
nigeriana Movimiento para la Emancipación del Delta del Níger (MEND)
de que seguirá atacando las instalaciones de la petrolera
anglo-holandesa Shell.
Los rebeldes comunicaron esta acción a través de una carta
abierta dirigida al presidente ruso, Dmitry Medvedev, de visita en
Nigeria el miércoles, en la que afirman haber destruido tres
estaciones de bombeo que alimentan una importante terminal de
exportaciones petrolíferas.
Otro factor que influyó esta semana sobre los precios fue la
situación en Irán, aunque las tensiones parecen ceder tras las
polémicas elecciones del pasado día 12.
El "oro negro" se encareció temporalmente por una nueva debilidad
del dólar estadounidense, que esta semana perdió terreno ante varias
monedas, sobre todo el euro.
Esa circunstancia se debe a que un dólar débil hace que se
abaraten las materias primas como el petróleo -que se comercian en
la moneda estadounidense- para inversores que manejan divisas más
fuertes, lo que acaba por estimular la demanda de crudo y con ello
impulsa los precios al alza.
Según los analistas de la consultora de petróleo JBC en Viena, el
hecho que los precios del crudo siguieron subiendo en junio y se
situaron por encima del mes anterior es "una señal de que el estado
de la economía mundial está mejorando".
En un informe emitido el miércoles pasado agregan que "eso ha
causado expectativas de que la demanda de petróleo se recupere
rápidamente". EFE