Washington, 9 jun (EFE).- El Tribunal Supremo de EE.UU. dio hoy
vía libre a la venta del fabricante de automóviles Chrysler a la
italiana Fiat y ha puesto fin así a la incertidumbre que se había
planteado en torno a la operación.
El Supremo anunció su decisión después de que había dicho que se
tomaría un tiempo para considerar la oposición planteada por grupos
de defensa del consumidor y entidades que administran los fondos de
pensión de los trabajadores de la empresa.
La semana pasada, un tribunal de apelaciones de Nueva York había
dado luz verde a la venta, pero al mismo tiempo dio un plazo de tres
días a esos grupos para que presentaran sus argumentos ante el
Supremo.
Al anunciar su decisión, que implica eliminar ese plazo, el
Supremo señaló que rechaza con ella un intento de los detractores
del acuerdo por bloquear la venta de los activos a la empresa
italiana.
En Roma, Fiat había asegurado que mantendría su oferta por
Chrysler, incluso después del próximo 15 de junio, fecha tras la
cual la compañía italiana tenía derecho a suspender la operación.
De este modo, Fiat confirmó su intención de no abandonar las
negociaciones con Chrysler, pese al revés que había sufrido la
operación tras la decisión del Supremo de dejar en suspenso la
venta.
Fuentes de la industria indicaron que con este dictamen se ha
eliminado el último obstáculo y ahora las autoridades de Chrysler,
que se declaró en bancarrota el pasado 30 de abril, están en
libertad de completar la venta de sus activos a Fiat.
Este martes, tanto Fiat como Chrysler y el Gobierno de EE.UU.
habían advertido que una demora en la venta más allá del plazo del
15 de junio podría llevar al fracaso.
"Si la transacción no se completa pronto, no hay garantías de que
se pueda estructurar y acordar otra que preserve a Chrysler", dijo
Fiat en una declaración.
Por su parte, el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, había
manifestado su esperanza en que el Supremo actuara rápidamente para
resolver el problema.
"Las medidas que este Gobierno ha tomado ahora han servido para
mantener las plantas en operaciones y salvar fuentes de empleo",
indicó Gibbs.
Poco antes, el juez del Tribunal de Bancarrotas de Nueva York,
Arthur González, había dado el visto bueno al fabricante
estadounidense para romper su relación contractual con casi 800
concesionarios de su red de franquicias.
Según la orden emitida por el tribunal neoyorquino, esos 789
concesionarios, que suponen cerca del 25 por ciento de la red de
franquicias de la compañía en todo el país, deberán dejar de actuar
de inmediato como representantes de los productos de Chrysler, así
como de las marcas Dodge y Jeep.
González había reconocido la semana pasada que la empresa tenía
pocos motivos para mantener abiertos esos cientos de concesionarios,
ya que, de producirse la fusión, los contratos que mantiene con
ellos formarán parte de "la vieja Chrysler", en la que se
aglutinarán todos los activos que no sean vendidos a Fiat.
Si la venta finalmente se lleva a cabo, y dado que "la vieja
Chrysler" no va a fabricar coches, el juez consideró innecesario
mantener abiertos los concesionarios.
Tras la resolución judicial de hoy, los concesionarios afectados
no podrán utilizar ningún material promocional de las marcas de
Chrysler ni tampoco ofrecer reparaciones de productos del fabricante
estadounidense.
Durante la vista, los abogados pidieron al juez que permitiera a
los concesionarios seguir operando con normalidad al menos hasta que
el Tribunal Supremo desbloqueara la fusión de Chrysler con Fiat. EFE