Fráncfort (Alemania), 3 jun (EFE).- Alrededor 300 trabajadores
del Banco Central Europeo (BCE) secundaron hoy una huelga de noventa
minutos contra del recorte de las pensiones, en lo que constituyó la
primera acción de protesta a la que se enfrenta la entidad en sus
once años de existencia.
Los empleados, acompañados de un grupo de músicos africanos, se
manifestaron frente a la sede de la entidad en contra de la reforma
del sistema de pensiones aprobada por el comité ejecutivo del BCE
para ahorrar costes.
La huelga, convocada por IPSO (International and European Public
Services Organisation), sindicato de servicios públicos reconocido
por el BCE en verano, precedió a la reunión en la que el Consejo de
Gobierno de la entidad debatirá mañana sobre los tipos de interés y
otras medidas no convencionales como la compra de bonos
garantizados.
El sindicato IPSO, que representa al 40 por ciento de los 1.700
empleados del BCE, criticó también la falta de democracia en la
entidad presidida por el francés Jean-Claude Trichet.
Los empleados del BCE que participaron en la acción de protesta
recorrieron las calles del distrito financiero de Fráncfort con
silbatos y pancartas en las que se podía leer: "participación",
"negociación", "transparencia".
El comité ejecutivo del BCE hizo hincapié en un comunicado de
prensa que "ha tomado las medidas necesarias para asegurar que las
funciones del BCE se producirán sin interrupción durante la huelga".
El secretario genera del sindicato IPSO, Wolfgang Hermannm, dijo
que "el conflicto por las pensiones ha sido la gota que ha colmado
el vaso" y exigió que los empleados participen en las negociaciones.
IPSO critica la relación dirección del BCE, bajo la presidencia
de Trichet, con los empleados de no democrática y arcaica.
La austríaca Gertrude Tumpel-Gugerell, responsable de Personal en
el Comité Ejecutivo del BCE, dijo que el sistema salarial y de
pensiones son objeto de negociaciones colectivas como en otras
instituciones de la Unión Europea (UE).
Tumpel-Gugerell enfatizó que el recorte de las concesiones a las
pensiones es necesario ya que la esperanza de vida ha aumentado y
los ingresos por intereses del plan han bajado.
Calificó de "excelentes" las condiciones de los empleados del
BCE, no sólo en lo que respecta a los salarios, sino también a las
prestaciones sociales.
La reforma de las pensiones contempla que a partir del próximo 1
de enero, las contribuciones a la caja de pensiones del BCE
aumentarán del 16,5 al 18 por ciento para la parte contratante y del
4,5 al 6 por ciento del salario bruto en el caso de los
trabajadores.
El equipo de Trichet acordó asimismo retrasar cinco años la edad
de la jubilación, de los 60 hasta los 65 años.
Para percibir una pensión equivalente al 70 por ciento del
salario medio, será además necesario haber prestado servicio en el
BCE de 35 años. EFE