París, 15 jun (EFE).- España estuvo hoy ausente en el apoyo
público de los países del Airbus al proyecto de avión de mediana
capacidad y larga distancia A350 al no participar en una reunión
junto con Francia, Alemania y Reino Unido en la que se acordó
adelantar fondos para desarrollar ese ambicioso proyecto.
La secretaria general de Industria, Teresa Santero, tenía
previsto participar en el encuentro con el consejero delgado de
Airbus, Tom Enders, que se desarrolló en el Salón Aeronáutico de Le
Bourget, a las afueras de París, pero no estuvo junto a sus colegas.
Fue la única baja entre los representantes de países donde se
construirán partes del futuro avión.
"Puede que sea un simple problema de agenda o puede que las
negociaciones con Airbus sean las causantes de su ausencia. Pero
pregunten ustedes en Madrid", aseguró el secretario de Estado de
Transportes de Francia, Dominique Bussereau, ante la insistencia de
los periodistas.
Los tres países se dieron un mes para llegar a un acuerdo con
Airbus sobre el monto de las ayudas reembolsables que están
dispuestos a poner sobre la mesa para sacar adelante el proyecto del
A350, un avión con el que Airbus pretende hacer la competencia al
787 su rival estadounidense Boeing.
París y Berlín dijeron cuánto están dispuestos a avanzar,
mientras que Londres se mostró más prudente y no adelantó cifras.
Francia puede llegar a los 1.400 millones de euros y Alemania a
los 1.100 millones.
En total, esperan reunir unos 3.000 millones de euros de los
8.000 en los que se calcula el coste del desarrollo del proyecto.
"Faltan algunos centenares de millones, pero no creo que haya
problemas", señaló Bussereau, confiado en la "voluntad política" de
los cuatro países para "sacar adelante uno de los proyectos más
ambiciosos de Europa".
En similares términos se expresó el secretario alemán de Economía
y de Tecnología, Peter Hintze, quien destacó "la voluntad común de
cada país" para avanzar en el proyecto.
Si el respaldo de París y Berlín no dejaba lugar a dudas, el de
Londres era menos seguro, pero el ministro de Estado de Ciencia e
Innovación, Lord Drayson, despejó toda duda sobre el apoyo de su
país al proyecto.
"Estamos comprometidos a trabajar en el A350. Estamos negociando
sobre el monto de nuestra ayuda pero tenemos esperanza de que las
conversaciones con Airbus acabarán con éxito. Es un proyecto
importante para la industria aeronáutica europea y para Europa",
afirmó.
Las conversaciones con Airbus se desarrollarán de forma
bilateral, sin que haya un bloque común de los países para negociar
con el industrial.
La ausencia española fue la única nota discordante, pero los
reunidos se mostraron confiados en que no se trate más que de un
pequeño contratiempo.
"Están negociando y es algo legítimo. Esperemos el fruto de esas
negociaciones. No sería deseable que el proyecto del A350 se hiciera
sin España, que siempre ha sido un compañero en Airbus, donde ha
jugado un papel importante. Nuestros lazos son tan fuertes que no
pueden distanciarse", comentó Bussereau.
Los responsables de transportes presentes en Le Bourget no
trataron el tema del avión de transporte militar A400M, aunque todos
ellos son clientes del mismo.
"Forma parte del ámbito de trabajo de los responsables de
Defensa", afirmó Bussereau para justificar que ese asunto estuviera
fuera de la agenda.
El proyecto de avión militar más ambicioso que ha lanzado Europa
acumula años de retraso mientras los Ejércitos aguardan sus aparatos
para reemplazar a los aviones existentes.
Airbus desarrolló el programa con adelantos de los clientes, que
ahora piden responsabilidades al industrial, al que culpan de los
retrasos.
España está particularmente implicada en este proyecto, puesto
que el A400M se ensamblará en la planta de EADS en Sevilla, donde
además se entregarán los aparatos a sus clientes.
Airbus negocia ahora con los clientes un nuevo calendario de
entregas y el monto de las indemnizaciones por los retrasos. EFE
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