Nueva York, 8 feb (EFE).- El fiscal general de Nueva York, Eric Schneiderman, anunció hoy que ese estado recibirá unos 790 millones de dólares para ayudar a las víctimas de los "abusos hipotecarios" como parte del acuerdo anunciado por Gobierno estadounidense que obligará a cinco bancos a pagar 26.000 millones de dólares.
Con este acuerdo "hemos logrado preservar nuestro derecho a seguir investigando una mala conducta que desembocó en la burbuja y el posterior descalabro del mercado inmobiliario", afirmó el fiscal general de Nueva York en un comunicado de prensa.
Schneiderman reaccionó después de que el Departamento de Justicia anunciara hoy, tras 16 meses de investigación, que Bank of America, Citigroup, JPMorgan Chase, Wells Fargo y Ally Financial pagarán 26.000 millones de dólares por su papel en la crisis hipotecaria.
El grueso principal de esa sanción, más de 20.000 millones de dólares, se traducirán en un compromiso de los bancos de condonar a los afectados una parte de la deuda que adquirieron al firmar los préstamos hipotecarios y programas para refinanciar sus hipotecas.
Además, los cinco bancos tendrán que pagar una multa en efectivo de unos 2.700 millones de dólares directamente a los estados, y otros 1.500 millones de dólares que se repartirán entre las personas que perdieron sus viviendas por embargos "erróneos".
Nueva York recibirá en total unos 790 millones de dólares, de los cuales 136 millones irán directamente al estado, 13 millones para quienes perdieron sus viviendas, otros 140 millones para refinanciar préstamos y 495 millones para reducciones de capital de los créditos hipotecarios.
El fiscal dijo que durante meses la propuesta de acuerdo que se negoció con los bancos era "simplemente inadecuada" y aplaudió hoy a quienes siguieron "luchando" para lograr que los bancos rindieran cuentas por su papel en la crisis hipotecaria.
Asimismo, destacó que el acuerdo traerá un "alivio significativo" a los propietarios de viviendas en problemas y permitirá que se conozca lo ocurrido "en toda su extensión" para garantizar que estos abusos "a gran escala" no se repitan "jamás".
"Desde múltiples frentes, vamos a seguir investigando la crisis hipotecaria para garantizar que al final prevalezca la justicia y que los responsables rindan cuentas", añadió el fiscal general de Nueva York.
De esta forma, Schneiderman celebró que en el acuerdo con los bancos se incluyera una cláusula para permitir a las autoridades seguir investigando tanto en la justicia civil como en la criminal las malas conductas que desembocaron en la crisis hipotecaria.
Sólo en el estado de Nueva York, uno de cada diez hipotecas están en peligro de terminar en una ejecución hipotecaria, y las familias que viven en viviendas "en riesgo" supera las 600.000, según cifras de la oficina del fiscal.
Casi dos millones de propietarios en Estados Unidos resultaron afectados por la burbuja inmobiliaria y unos 750.000 han perdido sus viviendas desde 2008.
Las autoridades comenzaron a examinar las prácticas bancarias en 2010, cuando se puso de manifiesto que en los trámites de ejecución de las hipotecas y de desahucio los bancos habían incurrido en fraudes.
En el origen de esos desahucios irregulares está el que buena parte de los préstamos concedidos antes de la crisis habían sido "empaquetados" y revendidos a grandes inversores, de tal manera que no quedaba claro quién era el titular último del préstamo. EFE