Bogotá, 16 jun (EFE).- El Gobierno colombiano redujo a la mitad
la previsión de crecimiento económico para 2010, al situarlo en 2,5
por ciento, y estimó para este año un incremento del Producto
Interno Bruto (PIB) entre el 0,5 y el 1,5 por ciento.
Estas cifras, difundidas hoy por el ministro de Hacienda, Óscar
Iván Zuluaga, son muy inferiores a la registrada en 2007, cuando la
economía colombiana se expandió un 7,5 por ciento, la cota más alta
en los últimos 30 años, e incluso del 2,5 por ciento registrado en
2008.
El Gobierno había previsto para 2009 un aumento del PIB del 3,5
por ciento, mientras que para 2010 del 5 por ciento.
"El menor crecimiento esperado obedece a los efectos transitorios
de la crisis financiera mundial sobre la economía colombiana",
señaló el ministro.
La situación global llevó a anotar que este año habrá un déficit
fiscal de 11,8 billones de pesos (unos 5.856 millones de dólares) y
en 2010 alcanzará los 18,3 billones (9.081 millones de dólares).
"Esta reducción de los ingresos se traslada al balance fiscal
(...), pero es importante resaltar que esta desmejora fiscal no
obedece a un incremento de los gastos", agregó.
Recordó que el Fondo Monetario Internacional (FMI), al aprobar a
Colombia una línea de crédito flexible por 10.400 millones de
dólares, hizo la estimación de un déficit del 4,4 por ciento del PIB
para 2010.
Zuluaga señaló durante la presentación del marco fiscal a medio
plazo que el Gobierno colombiano también contempla la emisión de
bonos para financiar gastos en 2010 por un valor de 1.500 millones
de dólares.
Consideró que el Gobierno está en capacidad de afrontar los
choques externos por la crisis económica mundial sin que la
inversión, en su mayoría del sector público, resulte afectada.
Además indicó que el gasto asociado a la política de seguridad
implementada por el presidente Álvaro Uribe se ha convertido en
recurrente y se requiere cerca de un billón de pesos (496,27
millones de dólares) para el mantenimiento de equipos y pie de
fuerza.
El ministro de Hacienda propuso asimismo discutir junto al sector
privado la posibilidad de imponer un impuesto al patrimonio a partir
de 2011 con el propósito de financiar los gastos permanentes de la
seguridad, estimados en un billón de pesos. EFE