En la semana recientemente finalizada, la moneda de la eurozona cerró con una leve alza en relación al dólar estadounidense, luego de comenzar la semana cotizando hacia la baja. El euro finalizaba la jornada del viernes negociándose a US$ 1,2656. Ello ocurrió a pesar de que los datos económicos surgidos en la eurozona durante la semana continuaron siendo desalentadores.
En la semana pasada, se confirmó que la economía de la eurozona experimentó una contracción del 1,5% durante el último trimestre de 2008. Los economistas del BCE prevén que la economía de la eurozona puede llegar a observar una contracción del 3,2% y no se descarta una caída del PBI de la eurozona también en 2010.
El pasado jueves, el Banco Central Europeo (BCE), decidió un nuevo recorte en su tasa de interés de referencia por 50 puntos básicos llevándola de este modo a 1,5%. De este modo, la tasa de interés de referencia alcanza su mínimo histórico desde la puesta en marcha de la eurozona en 1999.
Si bien existe margen para que el BCE pueda continuar recortando su tasa de interés de referencia, el mercado no espera que la misma alcance a ubicarse demasiado por debajo el actual nivel dada la resistencia de la autoridad monetaria a hacerlo en virtud de los riesgos de surgimiento de nuevas presiones inflacionarias y los incentivos distorsivos que los niveles excesivamente bajos de tasas puedan generar.
La economía estadounidense continuó mostrando signos de debilidad. Uno de los datos que influyó en el debilitamiento relativo del dólar frente al euro se originó en el mercado laboral. En el mes de febrero, el mercado laboral estadounidense destruyó 653.000 puestos de trabajo. La tasa de desempleo en EE.UU. alcanzó su nivel más alto en 25 años, llegando a 8,1%.
El leve fortalecimiento del euro en relación al dólar en la última semana, no implica de ningún modo, una mejora en las perspectivas para la divisa de la eurozona en los próximos meses.
La continuidad esperada de la volatilidad e incertidumbre en los mercados, conjuntamente con la continuidad del deterioro de la economía de la eurozona, seguirán afectando particularmente al euro haciendo que la posibilidad de que el mismo rompa el piso de los US$ 1,20 sea cada vez más elevada. Ello en virtud que de cada vez se hace menos probable que la economía global pueda recuperarse en el corto plazo, al tiempo que la recesión se está haciendo cada vez más profunda como se observa tanto en los datos económicos como así también, en las proyecciones.
A pesar de estas perspectivas, en lo inmediato se puede esperar que el euro continúe recuperando algo de valor frente al dólar estadounidense, aunque ubicándose siempre por debajo de los US$ 1,30.
En la semana pasada, se confirmó que la economía de la eurozona experimentó una contracción del 1,5% durante el último trimestre de 2008. Los economistas del BCE prevén que la economía de la eurozona puede llegar a observar una contracción del 3,2% y no se descarta una caída del PBI de la eurozona también en 2010.
El pasado jueves, el Banco Central Europeo (BCE), decidió un nuevo recorte en su tasa de interés de referencia por 50 puntos básicos llevándola de este modo a 1,5%. De este modo, la tasa de interés de referencia alcanza su mínimo histórico desde la puesta en marcha de la eurozona en 1999.
Si bien existe margen para que el BCE pueda continuar recortando su tasa de interés de referencia, el mercado no espera que la misma alcance a ubicarse demasiado por debajo el actual nivel dada la resistencia de la autoridad monetaria a hacerlo en virtud de los riesgos de surgimiento de nuevas presiones inflacionarias y los incentivos distorsivos que los niveles excesivamente bajos de tasas puedan generar.
La economía estadounidense continuó mostrando signos de debilidad. Uno de los datos que influyó en el debilitamiento relativo del dólar frente al euro se originó en el mercado laboral. En el mes de febrero, el mercado laboral estadounidense destruyó 653.000 puestos de trabajo. La tasa de desempleo en EE.UU. alcanzó su nivel más alto en 25 años, llegando a 8,1%.
El leve fortalecimiento del euro en relación al dólar en la última semana, no implica de ningún modo, una mejora en las perspectivas para la divisa de la eurozona en los próximos meses.
La continuidad esperada de la volatilidad e incertidumbre en los mercados, conjuntamente con la continuidad del deterioro de la economía de la eurozona, seguirán afectando particularmente al euro haciendo que la posibilidad de que el mismo rompa el piso de los US$ 1,20 sea cada vez más elevada. Ello en virtud que de cada vez se hace menos probable que la economía global pueda recuperarse en el corto plazo, al tiempo que la recesión se está haciendo cada vez más profunda como se observa tanto en los datos económicos como así también, en las proyecciones.
A pesar de estas perspectivas, en lo inmediato se puede esperar que el euro continúe recuperando algo de valor frente al dólar estadounidense, aunque ubicándose siempre por debajo de los US$ 1,30.