Washington, 2 feb (EFE).- Las principales empresas
automovilísticas registraron aumentos de ventas en enero en Estados
Unidos, con la destacada excepción de Toyota, que sufrió una fuerte
caída del 8,7 por ciento tras llamar a revisión varios modelos por
un defecto en el pedal del acelerador.
El pasado 26 de enero el fabricante nipón tomó la inusitada
decisión de suspender las ventas de ocho de sus modelos (que
representan el 65 por ciento de sus ventas en EE.UU.) por un defecto
que hace que el pedal del acelerador pueda quedarse atascado.
La empresa ha llamado a revisión casi 5,4 millones de vehículos
en Estados Unidos, decisión que tuvo un "impacto en las ventas de la
división Toyota en enero", mes en el que la firma vendió 98.796
vehículos.
Del conjunto del sector, fue de nuevo Ford el que más se
benefició de la paulatina recuperación económica que se empieza a
observar en Estados Unidos y que ha reactivado las ventas del
sector.
Ford dijo que sus ventas aumentaron un 24,6 por ciento con
respecto al mismo mes de 2009 y que su cuota de mercado se sitúa
ahora en el 16 por ciento, un dos por ciento más que hace un año.
En total, el Grupo Ford (compuesto por las marcas Ford, Lincoln,
Mercury y Volvo) vendió 116.534 vehículos en enero. En comparación,
General Motors (GM) vendió 146.825 vehículos.
Por su parte, GM señaló que la demanda de sus vehículos aumentó
un 13,6 por ciento con respecto al mismo mes de 2009, gracias al
incremento de las ventas a empresas.
GM ofreció un cauto optimismo de cara al futuro al señalar que
observa la aceleración del ritmo de recuperación económica a nivel
mundial y que en Estados Unidos se está produciendo la
"estabilización de la confianza del consumidor".
La mejora de la situación económica en el país permitió a GM
aumentar sus previsiones de ventas del sector para el 2010 a entre
11,5 y 12 millones de vehículos.
En el 2009, el peor año para el sector del automóvil en décadas y
cuando GM y Chrysler se tuvieron que declarar en quiebra y recibir
decenas de miles de millones de dólares en ayudas públicas, el
sector sólo registró en Estados Unidos una demanda de 10.400.000
vehículos.
El éxito de Ford puede obligar a que se replantee su estrategia
con respecto a Volvo después de que la marca sueca registrase un
aumento de la demanda del 41,9 por ciento.
Ford ha decidido vender Volvo al fabricante chino Geely, pero la
mejora de su posición económica (en el 2009 ganó 2.699 millones de
dólares) y el ascenso de las ventas de Volvo en EE.UU. pueden hacer
que cancele la operación.
Mientras, el tercer fabricante estadounidense, el Grupo Chrysler
(compuesto por las marcas Chrysler, Dodge, Jeep y Ram), siguió con
su tendencia a la baja aunque de forma más controlada que en el
último año.
La empresa dijo que terminó enero con la venta de 57.143
unidades, lo que representa una caída del ocho por ciento. Pese a
ello, su cuota de mercado en EE.UU. aumentó.
"La compañía sigue progresando cada mes y esa tendencia siguió en
enero", afirmó Fred Díaz, presidente y consejero delegado de la
marca Ram.
Entre los fabricantes asiáticos, Honda dijo que sus ventas
aumentaron un 2,9 por ciento (67.479 vehículos) y Nissan un 16,1 por
ciento (62.572 unidades).
Honda anunció que espera lanzar a finales de año el cupé
deportivo híbrido CR-Z y que la próxima semana presentará en el
Salón del Automóvil de Chicago el prototipo de la nueva versión del
monovolumen Odyssey.
"Hemos empezado el 2010 de forma firme y somos optimistas de que
mantendremos el impulso", afirmó a través de un comunicado John
Mendel, vicepresidente ejecutivo de Ventas de Honda en Estados
Unidos. EFE
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