Shanghái (China), 11 ene (EFE).- Shanghái, la capital económica y
financiera de China, que acogerá este año la Exposición Universal
más ambiciosa de la historia, se ha fijado un objetivo de
crecimiento de su producto interior bruto (PIB) de un 8 por ciento
durante 2010, anunció hoy la prensa local.
"Debemos aprovechar al máximo la oportunidad (que supone la Expo)
para estimular la inversión y el consumo, fortalecer nuestra
cooperación amistosa con el resto del mundo y construir una ciudad
de influencia internacional", dijo el principal cargo político
local, Yu Zhengshen.
"No ahorraremos ni un solo esfuerzo para garantizar una Expo
exitosa, maravillosa e inolvidable", aseguró Yu, secretario general
del Partido Comunista Chino (PCCh) de Shanghái, reiterando así una
fórmula sobre el evento muy repetida en los discursos de los cargos
gubernamentales locales desde hace unos meses.
Este ritmo de desarrollo económico de un 8 por ciento anual es
similar al que ya consiguió Shanghái el año pasado, ya que se trata
de la segunda ciudad más importante del gigante asiático y de su
principal polo de atracción de inversión extranjera, que cuenta
además con uno de los puertos más activos de todo el planeta.
Durante 2009, se estima que el PIB de Shanghái creció por encima
del 8 por ciento, aunque por debajo de la media nacional, en un año
en el que las ventas minoristas aumentaron en la ciudad un 14 por
ciento, y la inversión en activos fijos creció otro 10 por ciento.
El Gobierno local confía en que los beneficios de la Expo 2010,
que se espera que atraiga entre mayo y octubre de este año a unos 70
millones de visitantes, cinco millones de ellos extranjeros, ayuden
a la economía shanghainesa a mantener su crecimiento a pesar de
haber sufrido la crisis financiera en pleno proceso de
reestructuración.
Yu también animó a su Gobierno a mejorar la seguridad, las
medidas antiterroristas y de control alimentario y sanitario de cara
a la preparación de la ciudad para el evento, para el que se están
reformando el centro urbano, su mayor atractivo turístico, el
malecón fluvial conocido como el "Bund", y su red de metro. EFE