Patricia Souza
Tokio, 5 feb (EFE).- El presidente de Toyota, Akio Toyoda, pidió
hoy perdón por las revisiones de millones de sus vehículos en todo
el mundo y aseguró que los coches del fabricante japonés son
"seguros", en su primera aparición pública tras el estallido de la
crisis.
Semanas después de que el primer fabricante mundial se haya
abocado a su peor crisis de imagen en 70 años de historia, Toyoda
convocó una multitudinaria rueda de prensa hoy en Nagoya (centro de
Japón) para ofrecer su primera evaluación de los posibles fallos de
seguridad de una compañía que, durante años, ha sido aplaudida por
su apuesta por la calidad.
"Pido perdón, de forma sincera, por causar problemas a muchos de
nuestros clientes durante las revisiones de muchos modelos en muchas
regiones", dijo un cariacontecido Toyoda, nieto del fundador de
Toyota y que asumió su puesto en junio pasado, en plena expansión
mundial de la firma nipona.
"Créanme, los coches de Toyota son seguros", apuntó su
presidente, para quien la compañía, la primera de Japón y todo un
símbolo empresarial en este país, está comprometida con dos
principios: "hacer coches mejores y tener en cuenta a los clientes".
La respuesta de Toyoda, que tiene más experiencia internacional
de lo habitual entre los empresarios nipones pues estudió un MBA en
EEUU y es además un confeso aficionado al deporte del motor, fue muy
japonesa, ante unos medios internacionales que lo han criticado por
no asumir públicamente el liderazgo ante los problemas de la
compañía.
"Hemos causado ansiedad y lo lamento", dijo Toyoda, quien anunció
que se va a crear un comité de calidad que examinará las causas de
las revisiones masivas de los modelos Toyota desde noviembre, hasta
un total de ocho millones de unidades en todo el mundo.
Pero Toyoda no ofreció medidas concretas de respuesta a la
situación de "crisis" que, según admitió, vive la multinacional
nipona, en especial ante las últimas denuncias sobre su exitoso
híbrido Prius que fueron conocidas esta semana.
Los medios japoneses esperaban que Toyota anunciase hoy mismo la
revisión voluntaria u obligatoria de miles de unidades de la última
generación del Prius, ante los posibles problemas con su sistema de
frenado denunciados por 200 usuarios en EEUU y Japón, pero Toyoda
sólo dijo que habrá una "rápida respuesta" a esas preocupaciones.
Toyota Motor asegura que se trata de un problema con el software
del sistema de frenos de sus híbridos Prius, que fue reconocido y
reparado desde el mes de enero, y ha tratado de minimizar su
importancia.
Un portavoz del Ministerio de Transporte de Japón dijo hoy a Efe
que, hasta ayer jueves, se han recibido 60 quejas sobre un posible
mal funcionamiento de los frenos del Prius, cinco de los cuales
implicaron accidentes.
En Estados Unidos ha habido también más de un centenar de
reclamaciones de usuarios por ese problema y las autoridades
norteamericanas han iniciado una investigación al respecto.
En este sentido, Toyoda dijo hoy que el primer fabricante mundial
colaborará en la investigación de las autoridades estadounidenses.
El líder mundial del motor ha tenido que llamar a revisión desde
noviembre a unos ocho millones de vehículos en todo el mundo por
posibles problemas relacionados con el acelerador o alfombrillas que
interferían con ese pedal, a lo que se suman ahora los posibles
fallos del sistema de frenado de su Prius.
Ese híbrido fue el coche más vendido en Japón durante 2009, con
cerca de 209.000 unidades, y era la clara apuesta de Toyota para
continuar su cuidada expansión mundial, basada en coches de calidad,
más baratos y eficientes.
La crisis de Toyota Motor, en todo caso, va más allá de lo que
supondría en otro país pues se trata de una empresa reverenciada en
Japón durante décadas.
En este sentido, el ministro nipón de Exteriores, Katsuya Okada,
admitió hoy que, "diplomáticamente, no se trata de algo que afecte a
una compañía, sino que afecta a toda la industria del motor y a la
confianza sobre los productos japoneses". EFE