Nueva York, 5 jun (EFE).- El Tribunal Federal de Apelación de
Nueva York apoyó hoy la autorización judicial concedida a Chrysler
para que el grupo automovilístico venda la mayor parte de sus
activos a un grupo liderado por la italiana Fiat.
Esa corte confirmó la autorización del Tribunal de Bancarrotas de
Nueva York, aunque bloqueó la venta hasta el próximo lunes a la
espera de que el Tribunal Supremo de Estados Unidos confirme si
atenderá la apelación de los fondos de inversión que se oponen a la
operación.
Con esa venta, el fabricante estadounidense podría salir de la
bancarrota en la que se declaró el pasado 30 de abril y crearía
junto a Fiat una nueva empresa automovilística llamada Grupo
Chrysler.
El Tribunal de Apelación tomó esta decisión después de escuchar
los argumentos de los tres fondos de inversión de Indiana (Estados
Unidos) que se oponen a la operación.
Esos fondos representan los intereses de profesores y policías
retirados de ese estado, entre otros, y son titulares del 1% del
capital de Chrysler.
Alegan que la venta perjudica injustamente a los accionistas
titulares de bonos asegurados (respaldados con activos de la
empresa), en favor de quienes tienen acciones no aseguradas.
Además, consideran inconstitucional que, sin la autorización
previa del Congreso, Chrysler recibiera 8.000 millones de dólares
del Programa de Alivio de Activos Depreciados (TARP, por su sigla en
inglés) que puso en marcha el Gobierno estadounidense.
Si la venta no se cierra antes del 15 de junio, Fiat tiene
derecho a suspender la operación, de la que también está pendiente
toda la producción de Chrysler, congelada hasta que se conozca el
resultado.
El juez federal de bancarrotas encargado del caso, Arthur
González, aprobó la venta el pasado domingo, argumentado que los
fondos no tenían razón para quejarse, ya que recibirían lo que les
corresponde de los 2.000 millones de dólares de fondos del TARP que
se reservaron para pagar a los accionistas con bonos aseguradas.
La cantidad que se les pagará será, según el juez, muy superior a
la que recibirían si Chrysler no pudiera salir de la bancarrota y
hubiera que liquidarla.
"La transacción con Fiat es la única alternativa viable y la
mejor opción posible ante la liquidación de la empresa", dijo
González en su auto.
Sin embargo, los fondos recurrieron la decisión ante el Tribunal
de Apelación del Segundo Circuito.
Ahora que este se negó a impedir la operación, esos mismos fondos
decidieron recurrir ante el Tribunal Supremo de Nueva York.
Por ello, los jueces del Tribunal de Apelación decidieron
posponer la autorización de la venta hasta el próximo lunes, 8 de
junio, a las 16.00 hora local (20.00 GMT) a la espera de que el
Tribunal Supremo se pronuncie sobre si acepta estudiar el caso.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, aseguró el pasado
lunes que la fusión con Fiat permitirá salvar "decenas de miles de
puestos de trabajo" en EE.UU. y abrirá "la senda hacia una empresa
más competitiva en el futuro".
Si se completa la operación, el nuevo Grupo Chrysler estará
controlado en un 55% por una sociedad fiduciaria vinculada al
sindicato United Auto Workers (UAW), que sin embargo, no tendrá
poder de gestión, en tanto que Fiat controlará inicialmente un 20%,
aunque ese porcentaje podrá crecer hasta el 35% si se logran ciertos
objetivos.
Entre los accionistas minoritarios destacan el Gobierno de
Estados Unidos, con un 8%, y el de Canadá, con un 2%. EFE