Ginebra, 14 sep (EFE).- La Organización Mundial del Comercio
(OMC) presentó hoy un cuadro matizado sobre la evolución del
comercio internacional en medio de la crisis mundial, en el cual no
se observan restricciones generalizadas al comercio, aunque varios
países han adoptado medidas defensivas de diverso tipo.
En un informe enfocado en los países del G-20 (países
desarrollados y economías emergentes), el organismo revela que
algunas de esas naciones han aumentado aranceles, introducido nuevas
medidas no arancelarias y "la mayoría de ellas han continuado
utilizando mecanismos de defensa comercial".
Ello en un entorno económico crítico, con una caída proyectada
del comercio mundial del 10 por ciento en 2009 y del 30 al 40 por
ciento en las inversiones extranjeras directas.
Sobre los paquetes económicos y fiscales lanzados en varios
países para afrontar la crisis, el informe señala que éstos
promueven claramente el comercio internacional, aunque "algunos
contienen elementos que favorecen los productos y servicios
nacionales en detrimento de los importados".
"Es urgente que los gobiernos empiecen a planear estrategias
coordinadas para salir de ese esquema tan pronto como sea posible",
señala el estudio, elaborado por la OMC en colaboración con la
Organización de Cooperación para el Desarrollo Económico (OCDE) y la
Conferencia de la ONU para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD).
El G-20 encargó a estos tres organismos evaluar si el
proteccionismo se ha incrementado como consecuencia de la crisis y
presentarle sus conclusiones de cara a la reunión que celebrará este
mes en Pittsburgh (EEUU).
El resultado del análisis es ambivalente por cuanto, de una
parte, las políticas de inversiones del G-20 componen un cuadro
"tranquilizador" con medidas para aumentar la apertura y la
transparencia hacia los inversores extranjeros.
Sin embargo, algunos países de ese grupo aplican al mismo tiempo
"esquemas que discriminan a entidades extrajeras o sirven de barrera
para las inversiones".
Por esto, la OMC, la OCDE y la UNCTAD piden a los líderes del
G-20 que se "mantengan vigilantes" y a que no se caigan en la trampa
de creer que la crisis ha terminado, pese a los indicios positivos
de recuperación económica en algunas partes del mundo.
"El aumento del desempleo debido a la crisis continuará
alimentando las presiones proteccionistas en los años venideros",
alerta.
Incluso advierte de que ello podría agravar la contracción del
comercio y las inversiones, y afectar la confianza en la
recuperación.
En cuanto a las decisiones destinadas a proteger el empleo y los
beneficios empresariales en esta época de crisis, el riesgo sería
"crear un legado de industrias no competitivas y una sobre capacidad
en ciertos sectores, lo que continuaría generando presiones
proteccionistas, aún después de que la actividad económica haya
mejorado".
Para los autores del estudio, una decisión colectiva del G-20 de
concluir pronto las negociaciones comerciales de la Ronda de Doha
supondría una señal inequívoca para el resto del mundo de que el
proteccionismo no es la solución a la crisis.
Ello por cuanto las reglas que se fijarían en ese eventual
acuerdo reducirían las posibilidades de fijar nuevas restricciones
al comercio o de aumentar las existentes.
Como un indicador del nivel de proteccionismo entre los países
del G-20, la evaluación señala que el número de investigaciones
sobre medidas antidumping (contra la competencia desleal) estuvieron
al mismo nivel entre enero y julio de este año que en el mismo
periodo de 2008.
Con el mayor número de investigaciones abiertas en ese periodo
estuvieron la Unión Europea (15), Argentina y Estados Unidos, con 14
cada uno, Turquía (12), India (13) y Brasil (9). EFE