Washington, 3 ago (EFE).- El programa federal "Dinero por
chatarra", o CARS por su nombre oficial, funcionó tal y como el
Gobierno estadounidense esperaba e impulsó las ventas de automóviles
en julio a su nivel más alto en todo el año, según reconocieron hoy
los principales fabricantes de automóviles.
A pesar de que el programa, que incentiva la sustitución de
viejos automóviles de elevado consumo por nuevos más eficientes,
solo se puso en marcha en la última semana de julio, su enorme
aceptación por parte del público estadounidense despertó una
auténtica voracidad compradora entre los consumidores.
El fabricante que más se benefició fue el grupo Ford que no solo
aumentó sus ventas con respecto a las del mes de junio, como
hicieron el resto de sus competidores, sino que consiguió superar en
un 2,3 por ciento las cifras de julio del 2008.
Es la primera vez desde noviembre de 2007 que Ford consigue
superar sus cifras anuales de ventas y también que en 2009 uno de
los principales fabricantes de automóviles logra números absolutos
positivos.
Ford terminó julio con la venta de 165.279 vehículos, ligeramente
por detrás de Toyota, que vendió 174.872, y GM, que terminó el mes
con 189.443 unidades comercializadas.
Nunca en la historia moderna del automóvil en Estados Unidos los
tres principales fabricantes han estado tan cerca los unos de los
otros.
Pero ni el gigante estadounidense GM ni el japonés Toyota
pudieron acercarse al excepcional aumento de las ventas de Ford.
En cifras anuales, GM perdió un 19,4 por ciento de sus ventas
mientras que Toyota se conformó con una reducción del 11,4 por
ciento.
A pesar de ello, todos disfrutaron de una mayor demanda con
respecto a junio de este año, lo que permite al sector contemplar
los últimos meses como el fondo del aterrador abismo de ventas en el
que se había metido.
Todos los fabricantes dijeron que sus nuevas líneas de productos
son la razón de la creciente tendencia al alza de las ventas en el
mercado estadounidense, pero también tuvieron que rendirse al
impulso otorgado por CARS.
El vicepresidente de Ford para Ventas y Mercadotecnia en EE.UU.,
Ken Czubay, dijo que el fabricante estaba "teniendo otro fuerte mes
de ventas antes de que empezara el programa 'Dinero por chatarra'".
"Nuestros productos, nuestros concesionarios y nuestras
preparaciones anticipadas nos permitieron aprovechar el programa y
disparar las ventas a otro nivel. Además, logramos el aumento de las
ventas a pesar de que redujimos el gasto en un ambiente cada vez más
competitivo", añadió Czubay.
En términos similares se expresaron GM y Toyota.
"Más allá del estímulo económico tangible, los beneficios del
programa en el ambiente positivo son evidentes. El programa está
alcanzando su objetivo de aumentar la eficiencia de combustible",
afirmó el presidente de Toyota en EE.UU., Jim Lentz.
Por su parte, Mark LaNeve, vicepresidente de Ventas de GM en
Estados Unidos, afirmó: "esperamos otra subida de las ventas en
agosto si el Congreso aprueba más financiación para el popular
programa 'Dinero por chatarra'".
"Asumiendo que el programa 'Dinero por chatarra' siga en marcha,
esperamos continuar este impulso positivo en agosto. Ofrecemos el
doble de vehículos que califican por el programa que cualquier otro
fabricante", añadió LaNeve.
El directivo de GM se refería a la posible extensión del programa
que está debatiendo el Senado estadounidense.
Aunque el programa CARS original tenía un presupuesto de 1.000
millones de dólares, suficiente para incentivar la compra de 250.000
vehículos, el éxito del programa ha sido tal que su fondos se
agotaron en una sola semana por lo que el Gobierno estadounidense ha
solicitado 2.000 millones de dólares extra para su extensión.
No solo los grandes fabricantes de automóviles se han beneficiado
del programa.
Para Peter Fong, presidente y consejero delegado de la marca
Chrysler, "el programa del Gobierno está haciendo lo que está
planeado, espolear a los consumidores para que cambien sus viejos
vehículos de elevado consumo por otros nuevos más eficientes".
Y Mazda calificó de "sorprendente" el efecto que CARS ha tenido
para atraer consumidores a los hasta ahora alicaídos concesionarios
de automóviles de todo el país. EFE
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