Bruselas, 1 oct (EFE).- La Unión Europea está analizando una
propuesta de la Presidencia sueca de turno de la UE para reducir
antes de 2020 las emisiones de dióxido de carbono (CO2) de la
aviación y el transporte marítimo en un 10 y un 20 por ciento,
respectivamente, por debajo de los niveles de 2005.
El objetivo es limitar las crecientes emisiones de estos dos
sectores -para los que el Protocolo de Kioto de 1997 no fijó
objetivos de reducción- y lograr que queden incluidos en los
compromisos del acuerdo internacional sobre cambio climático que se
firmará en diciembre en Copenhague.
La Comisión Europea ha elaborado un documento técnico basado en
la propuesta sueca que ya cuenta con un amplio apoyo entre los
Veintisiete, aunque algunos países, sobre todo los estados isleños,
preferirían que las exigencias para el transporte marítimo fuesen
menores, indicaron hoy fuentes comunitarias.
Reino Unido, Francia, Irlanda, Holanda, Bélgica y la mayor parte
de los países del Este de la UE estarían dispuestos a apoyar estos
niveles de reducción; mientras que otros como España, Malta, Chipre,
Austria y Rumanía proponen recortes menores, según un documento al
que ha tenido acceso Efe.
España, en concreto, sugiere un recorte de emisiones de CO2 para
aviación de entre el 5 y el 10 por ciento, pero para transporte
marítimo fija su máximo en el 15 por ciento.
Otra de las cuestiones en discusión es el año de referencia para
medir la reducción, ya que algunos estados miembros, entre ellos
España, abogan por realizar los cálculos a partir de los niveles de
2007, con lo que el esfuerzo de reducción sería menor.
La UE tenía la intención inicial de presentar esta propuesta en
la cumbre que Naciones Unidas celebra esta semana en Bangkok para
preparar la reunión de diciembre en Copenhague, pero fuentes
comunitarias confirmaron que habrá que esperar.
El documento técnico sobre el que trabaja la UE, que ha podido
consultar Efe, afirma que la cumbre de Copenhague es una
"oportunidad clave" para lograr que todos los sectores contribuyan
al objetivo de reducción de emisiones y recuerda que la
globalización ha provocado en las últimas décadas un aumento
sustancial de los desplazamientos en avión y en barco.
En concreto, señala que las emisiones de la aviación y el
transporte marítimo aumentaron un 53 y un 70 por ciento,
respectivamente, entre 1990 y 2005 y se espera que lo hagan en un
154 por ciento y un 110 por ciento hasta 2020.
La UE aprobó el año pasado incluir la aviación en el sistema
comunitario de comercio de derechos de emisión (ETS, por sus siglas
en inglés) a partir de 2012 y obligar a las aerolíneas a recortar
sus emisiones en un 5 por ciento -al tener que limitarlas al 95% del
nivel anual de referencia calculado a partir de la media entre 2004
y 2006-.
Si la propuesta sueca sale adelante, las aerolíneas deberán
realizar un esfuerzo mayor y limitar sus emisiones al 90 por ciento
en lugar de al 95 por ciento.
En cuanto al transporte marítimo, la CE recuerda en el documento
que aún no existen políticas comunitarias para controlar sus
emisiones, por lo que el potencial de reducción es aún mayor.
El Ejecutivo comunitario calcula que si la medida entra en vigor
tal y como la ha propuesto la Presidencia, se podrían generar
ingresos entre 19.700 y 29.600 millones de euros procedentes de la
subasta de derechos de emisión, parte de lo cual podría dedicarse a
financiar la lucha contra el cambio climático en países en
desarrollo. EFE