Caracas, 17 jun (EFE).- El presidente venezolano, Hugo Chávez,
informó hoy que su Gobierno utilizó 1.000 millones de dólares de las
reservas internacionales del país para cumplir con solicitudes de
divisas de más de 2.300 empresas importadoras.
Chávez dijo en un acto transmitido en cadena nacional obligatoria
de radio y televisión, que esos recursos se destinarán a la
actualización en el pago de dólares a empresas importadoras que los
solicitaron a la estatal Comisión de Administración de Divisas
(Cadivi).
Explicó que le planteó al Banco Central de Venezuela (BCV-emisor)
"un plan especial" que "se aprobó, de utilizar 1.000 millones de
dólares adicionales, extraordinarios de las reservas
internacionales, para actualizarnos en el pago de dólares a un
conjunto de empresas".
Chávez pidió a los beneficiados "importar solo lo necesario" e
impulsar la producción local "para diversificar" el aparato
productivo del país, altamente dependiente del negocio petrolero.
Los 1.000 millones de dólares cubrirán "casi el 80 por ciento" de
las peticiones de divisas pendientes, desde una fecha no precisada,
de 2.380 empresas, dijo por su parte el presidente de Cadivi, Manuel
Barroso.
"Vamos a hacer entrega de unos certificados de liquidación de
divisas que se enmarcan en la utilización de una disponibilidad
adicional autorizada por el directorio del Banco Central de
Venezuela que alcanza unos 1.000 millones de dólares", dijo Barroso
a la estatal Agencia Bolivariana de Noticias (ABN).
Calificó el hecho como "sin duda muy importante, sobre todo para
la pequeña y mediana empresa, para que puedan atender los
compromisos que tienen en el exterior y darle dinámica al aparato
productivo" venezolano.
En Venezuela, un país petrolero muy dependiente de las
importaciones, rige desde hace siete años un control cambiario,
reformado en enero pasado con la introducción de dos tasas, de 2,6 y
4,3 bolívares por dólar, que significó una devaluación del 20 y del
100 por ciento, respectivamente, frente a la anterior cotización
única de 2,15 bolívares.
El retraso en la entrega de divisas por parte de Cadivi ha
alimentado un mercado paralelo en el cual el precio de dólar fluctúa
y ha llegado incluso a duplicar la tasa oficial más alta, según los
analistas locales.
Ese mercado paralelo, al que se puede acceder legalmente a través
de bonos de deuda venezolana en dólares, cubre entre el 15 y 20 por
ciento, según datos del Banco Central de Venezuela, aunque analistas
económicos elevan ese porcentaje hasta el 40 por ciento.
Esas mismas fuentes señalan que el problema con las divisas
genera la situación de cíclica escasez de productos y ha impulsado
la inflación, que acumuló una tasa de 14,2 por ciento en los
primeros cinco meses de este año.
El Gobierno achaca la escasez y la inflación a un supuesto plan
de la oligarquía para crear un clima de descontento en la población
y desestabilizar la "revolución" bolivariana y socialista que dirige
Chávez desde hace 11 años.
Los gremios patronal y comercial, por su parte, responsabilizan a
la política económica oficial que, han dicho sus portavoces,
"destruye" el aparato productivo con medidas como las expropiaciones
de empresas y terrenos, y beneficia a otros países con importaciones
masivas de alimentos y otros enseres. EFE