Antonio Martínez
Holguín (Cuba), 26 jul (EFE).- El presidente cubano, Raúl Castro,
advirtió hoy a sus compatriotas que no basta con gritar "patria o
muerte, abajo el imperialismo", sino que es preciso volver al campo,
producir más y gastar menos en importar alimentos, para superar la
crítica situación económica de la isla.
"La tierra está ahí, aquí están los cubanos, veremos si
trabajamos o no, si producimos o no... No es cuestión de gritar
patria o muerte, abajo el imperialismo, el bloqueo nos golpea...
(mientras) la tierra ahí, esperando por nuestro sudor", dijo el
mandatario.
Recordó que ya en 2007 alertó sobre "la imperiosa necesidad de
volver a la tierra", porque más de la mitad de las áreas cultivables
de Cuba estaban ociosas.
En el aniversario 56 de la primera acción armada que encabezó su
hermano mayor y antecesor, Fidel Castro, el tercero desde que este
enfermó y él asumió el mando, el presidente dijo que ya se han
entregado 690.000 hectáreas en usufructo a campesinos y
organizaciones.
Agregó que cerca de la mitad de esas fincas ya han quedado libres
de malezas y plantas indeseables y que en un tercio comenzaron las
siembras.
"Es de seguridad nacional producir en el país", porque se gastan
"miles de millones de dólares" comprando alimentos de otros países,
agregó.
Cuba importa el 80 por ciento de los víveres que consumen sus
11,2 millones de habitantes, principalmente de Estados Unidos (los
alimentos y las medicinas están excluidos del embargo que aplica
Washington a la isla desde 1962).
En los primeros meses de este año las importaciones cubanas
cuadruplicaron en valor a las exportaciones, dejando al único país
de América que se dice comunista con una angustiosa falta de
liquidez.
Según Raúl Castro, en sus recorridos por la isla ha comprobado
que "sobra tierra y de buena calidad" que no se cultiva, y los
cubanos no deben quedarse tranquilos mientras haya una sola hectárea
improductiva.
En las tierras que no sirvan para producir alimentos, se deberán
sembrar árboles, agregó, y relató que él mismo ha experimentado con
la siembra de pequeños bosques y ha tenido "la satisfacción de
verlos crecer".
Lamentó que cada vez que habla de esto, aparecen funcionarios que
piden millones de pesos o de divisas, porque ellos, sin presupuesto,
no siembran nada.
"No se cómo hacían nuestros abuelos", ironizó el general, y
afirmó que los árboles pueden sembrarlos incluso "jóvenes de la
tercera edad" como él, que tiene 78 años.
"Bajo la dirección del jefe de la revolución, Fidel Castro, por
grandes que sean las dificultades y peligros, seguiremos adelante",
aseguró el mandatario, tras reconocer que "es un enorme reto" para
el desarrollo de Cuba en medio del bloqueo norteamericano y "muchas
otras agresiones".
Raúl Castro pronunció su discurso de 35 minutos ante 200.000
personas que madrugaron para verlo en la plaza Calixto García de
Holguín, a 734 kilómetros al este de La Habana y a unos 70 de Birán,
el pueblo donde nacieron él y los otro ocho hijos del emigrante
gallego Ángel Castro.
Empezó su intervención quejándose de tener un sol inclemente a
sus espaldas, por lo que era solo una sombra para el auditorio, y
anunció reuniones de las autoridades cubanas en los próximos días
para tomar medidas relacionadas con la crítica situación económica
de la isla.
El Consejo de Ministros revisará el martes los ajustes de
presupuesto obligados por los efectos de la crisis financiera
mundial, que redujo los ingresos de Cuba y crea dificultades para
obtener créditos.
El miércoles se reunirá el comité central del gobernante Partido
Comunista, para analizar la situación nacional e internacional, y el
sábado tendrá lugar la segunda y última sesión ordinaria de este año
de la Asamblea.
También dedicó buena parte de su discurso a la devastación que
causaron tres huracanes que azotaron la isla en 2008, dejando
pérdidas que cifró en 10.000 millones de dólares (20 por ciento del
PIB anual).
Recordó que solo en la provincia de Holguín fueron destruidas o
dañadas unas 125.000 viviendas, de las cuales apenas se han
recuperado la mitad hasta ahora, y que en todo el país, sumando las
pendientes por huracanes anteriores, el déficit era de 600.000 a
fines de 2008.
El general dijo que "se requiere tiempo para cambiar radicalmente
esa situación", que hasta junio pasado se habían rehabilitado
240.000 y que es necesario que no vuelvan a acumularse esas
cantidades.
Según Raúl Castro, los huracanes pueden ser en los próximos años
más intensos y frecuentes, como consecuencia del cambio climático
global, así como son cada vez más intensos y largos los periodos de
sequía.
"El agua será un recurso cada día más escaso", añadió, y detalló
las obras hidráulicas y los proyectos de trasvases que adelanta su
Gobierno. EFE
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(Con fotografías y audio)