Fernando A. Marqués
Madrid, 31 jul (EFE).- Las pérdidas y las fuertes caídas de
beneficios, salvo excepciones, han dominado las cuentas de
resultados de la industria mundial del automóvil, que ha cerrado en
rojo el semestre y con debilidades al descubierto que amenazan la
supervivencia de algunos fabricantes.
La excepción ha correspondido a Ford, una de las tres grandes
estadounidenses que rechazó las ayudas gubernamentales para
reflotarse, porque ha dejado boquiabierto al sector con un abultado
beneficio en torno a 595 millones de euros.
El beneficio ha llegado de la mano de una reducción de la deuda
de la automovilística y a otro sorpresivo resultado, el del segundo
trimestre, con 1.615 millones de euros de beneficio.
En el lado opuesto de la tanda de resultados semestrales se
coloca con una abultada pérdida el grupo francés Renault, con 2.712
millones de euros en rojo, cifra que tiene como comparación los
1.581 millones positivos del mismo periodo de 2008. Nissan, su
aliada, sufrió en el segundo trimestre (primero fiscal para las
compañías japonesas) una pérdida de 124 millones de euros.
La caída de ventas en los mercados mundiales es la responsable de
la de Renault, no superada por ningún otro grupo automovilístico,
aunque cerca ha estado el alemán Daimler AG, que perdió en el primer
semestre 2.348 millones de euros, frente a un beneficio de 2.727
millones de 2008.
De entre los fabricantes franceses hay que destacar que el grupo
PSA Peugeot Citroen perdió 962 millones de euros en el primer
semestre, frente a los 733 millones de beneficio de 2008.
La huella de la crisis, sumada a los males arrastra la industria
y el mercado estadounidense, tiene en este momento convaleciente al
gigante General Motors, que después de salir de una quiebra
controlada tiene ahora el reto de afrontar una caída del mercado en
el semestre del 22%.
Y además, liquidar una gran parte de sus marcas actuales y cerrar
las ventas de Hummer, Saab y Opel, está última prácticamente toda su
división europea, más saneada que su matriz pero afectada igualmente
por la crisis.
General Motors, por cierto, entregó el testigo de liderazgo
mundial como fabricante a la japonesa Toyota, que por primera vez en
la historia está marcando cifras negativas. La próxima semana de
agosto se conocerán los últimos datos de este grupo.
De la situación de quiebra también ha renacido Chrysler, sobre la
que Fiat ha tomado el mando con un 20% de las acciones de la nueva
sociedad, después de que la Comisión Europea haya dado el visto
bueno a una operación que supone para la italiana la entrada en el
mercado más difícil y competitivo del mundo.
Fiat no se ha salvado de la cuenta de pérdidas, al cerrar el
segundo trimestre con 179 millones de euros en rojo, aunque el
resultado de la gestión ordinaria, entre enero y junio, fue de 262
millones de euros, frente a los 1.897 millones del primer semestre
de 2008.
En el balance del sector en esta primera mitad del año, un grupo
de compañías ha terminado el periodo en positivo, pero con fuertes
descensos de los beneficios.
Así la ha ocurrido a Volkswagen, primer fabricante europeo, con
un beneficio de 494 millones de euros, un 80,8% menos que en 2008.
Audi forma parte de este grupo con un beneficio de 697 millones de
euros, un 25% menos.
Seat, integrante del grupo alemán, sufre el recrudecimiento del
mercado español con una pérdida operativa semestral de 159 millones
de euros, frente al beneficio de 2 millones de euros en 2008.
Con los fabricantes en estado crítico, el sector de componentes
sigue caminos parecidos, como lo muestra el último dato conocido hoy
sobre Michelin, que ha perdido entre enero y junio 122 millones de
euros.
Un informe reciente concluye sobre este sector que el 53ª% de las
empresas de componentes para el automóvil debe reinventar su modelo
de negocio para sobrevivir, y hay quienes opinan que en la actividad
de fabricación debiera ocurrir algo parecido. EFE