Ginebra, 20 ago (EFE).- El ex empleado de UBS Bradley
Birkenfield, quien en mayo de 2008 confesó a las autoridades de EEUU
que había ayudado a miles de clientes a defraudar al fisco, ha
ofrecido su ayuda al Gobierno suizo para desenmascarar a los altos
cargos de la entidad bancaria.
Birkenfield, quien espera en arresto domiciliario en Boston que
mañana se emita el veredicto de su proceso, abrió con su confesión
la caja de Pandora del largo conflicto de un año que ha enfrentado a
UBS con EEUU y que ayer concluyó -temporalmente- con la firma del
acuerdo extrajudicial por el que el banco entregará los nombres de
cerca de 5.000 clientes.
"Quiero decir a los suizos que yo no he matado a la gallina de
los huevos de oro (del secreto bancario)", asegura el ex empleado en
unas declaraciones que publica hoy el diario suizo Le Temps.
En la entrevista, realizada a través del correo electrónico,
Birkenfield se declara dispuesto a ayudar a las autoridades suizas,
mediante su testimonio y con documentos que están en su poder, en el
marco de una investigación sobre las responsabilidades de los altos
cargos del banco, especialmente su presidente en la época de los
hechos, Peter Kurer.
Asegura que éstos dirigentes, "impulsados por una arrogancia
ciega y un sentimiento de impunidad finalmente suicida" planificaron
y llevaron a la práctica un fraude a gran escala que ha permitido a
miles de contribuyentes estadounidenses escapar al fisco de su país.
"Estas son las personas que han matado el secreto bancario",
explica Birkenfield, en referencia a Kurer, así como a Raoul Weil,
antiguo director de gestión de fortunas, y Martin Liechti,
responsable de la zona de América.
El segundo fue detenido en EEUU y después liberado, y Weil fue
inculpado pero está libre en Suiza.
Birkenfield, por su parte, puede ser condenado a 30 meses de
prisión, después de que la fiscalía en EEUU pidiera reducir su
sentencia por haber sido un informante clave sobre las prácticas
fraudulentas.
"¿Cómo se explica que UBS salga libre, como Weil, Lietchi y Kurer
y que yo sea el único condenado?", se pregunta el ex empleado.
En Suiza muchas son las voces que piden procesar a los antiguos
responsables del gigante bancario, y la semana pasada el Partido
Socialista suizo presentó una querella penal contra los dos antiguos
presidentes, Peter Kurer y Marcel Ospel, acusándolos de gestión
desleal y de complicidad de fraude fiscal. EFE