Mar Gonzalo
Nueva York, 23 sep (EFE).- Wall Street encadenó hoy dos días de
descensos, incapaz de mantener el optimismo del que había hecho gala
durante gran parte de septiembre y superada por el reflote de los
temores a una nueva recesión.
Así, el Dow Jones de Industriales cerró con una caída del 0,72%
(hasta 10.662,42 puntos), pese a que previamente había logrado
borrar los números rojos con que arrancó el día, afectado aún por la
fuga el miércoles de los inversores hacia el mercado de la deuda y
el oro, alertados por las advertencias de la Reserva Federal.
Ese día ya se interrumpió una semana de avances en Wall Street
que había costado mantener. Hoy las pérdidas al final de la sesión
ya fueron mucho más abultadas.
El selectivo S&P también cayó este jueves un 0,83%, hasta los
1.124,83 puntos, y el mercado tecnológico Nasdaq perdió el 0,32%,
hasta 2.327,08 enteros, en un día en que, sin embargo no faltaron
las buenas noticias macroeconómicas.
Por ejemplo, poco después de la apertura se conoció que el ritmo
de venta de casas usadas en Estados Unidos, que en julio sufrió la
mayor caída jamás registrada, subió en agosto un 7,6%, hasta
alcanzar una tasa anualizada de 4,13 millones de viviendas.
Además, The Conference Board aseguró que el índice de tendencia
futura de la economía subió 0,3 puntos porcentuales en agosto, más
de lo que esperaban los analistas.
Sin embargo, a medida que fue avanzando la sesión, la presión de
los datos no tan buenos o de las advertencias desde distintos
frentes sobre la recuperación de la economía estadounidense fueron
ganando peso y finalmente se impuso el ambiente vendedor.
Entre esas malas noticias destacó la de que la cifra semanal de
solicitudes de subsidio por desempleo en Estados Unidos aumentó en
12.000 la semana pasada, hasta 465.000 peticiones, más de lo que
esperaban los analistas.
Además, si se observan más detenidamente los datos de venta de
viviendas en este país se percibe que, en relación con agosto de
2009, las ventas de casas y apartamentos usados han caído un 19%.
Por otra parte, The Conference Board advirtió de que, pese al
aumento del índice de tendencia futura en agosto, este país podría
caer de nuevo en una recesión económica, ya que se observa una
ralentización en diferentes indicadores de crecimiento.
El multimillonario inversor Warren Buffett fue más allá incluso y
aseguró en una entrevista en CNBC que la economía estadounidense aún
no ha salido de la recesión, pese a lo que digan los cálculos
oficiales, y aseguró que su observación responde al "sentido común".
"Aún estamos en recesión", defendió el tercer hombre más rico del
mundo según la revista Forbes, para rebatir así lo afirmado esta
misma semana por el National Bureau of Economic Research (NBER),
encargado de seguir la evolución de los ciclos económicos en este
país.
A los temores sobre la recuperación en Estados Unidos se sumaron
los relativos a Europa, especialmente después de que se conociera
que el producto interior bruto (PIB) de Irlanda volvió a contraerse
un 1,2% durante el segundo trimestre de 2010.
Con toda esta mezcla de datos, los inversores no parecían tener
muy claro hacia dónde apuntar, lo que se vio reflejado en la
errática tendencia mostrada por los principales indicadores
bursátiles durante la sesión.
Finalmente, tan sólo cuatro de los gigantes estadounidenses
cotizados que forman parte del Dow Jones cerraron en positivo: el
Hewlett-Packard (1,52%), Alcoa (0,34%), Travelers (0,13%) y
Caterpillar (0,11%), mientras que nueve de ellos arrastraron
descensos de un punto porcentual o más.
Esos valores fueron Walt Disney (-2,56%), General Electric
(-2,18%), JPMorgan Chase (-2,1%), Boeing (-1,96%), Bank of America
(-1,86%), 3M (-1,27%), United Technologies (-1,11%), Pfizer (-1,05%)
y American Express (-1%).
En el mercado de divisas, el dólar se recuperaba frente al euro,
de forma que por una moneda europea se pagaban 1,3319 dólares, y
caía ante la divisa japonesa, con la que se cambiaba por 84,33
yenes; al tiempo que el oro cerró al máximo histórico de 1.296,3
dólares y el crudo de Texas subió el 0,62%, hasta los 75,18 dólares
por barril. EFE