Washington, 22 mar (EFE).- El Comité de la Banca del Senado de
EE.UU. aprobó hoy, sin ningún apoyo republicano, una extensa reforma
del sistema financiero, lo que dio el pistoletazo para su eventual
debate y votación en el pleno de la cámara alta.
Con 13 votos a favor y 10 en contra, el Comité aprobó la
propuesta para la reforma financiera que presentó el pasado día 15
el presidente del Comité, el senador demócrata Christopher Dodd,
para combatir los "excesos" del sector financiero y conjurar más
crisis.
Por ahora, la medida no incluyó ningún tipo de enmiendas pero
Dodd afirmó que ambos partidos podrán presentarlas cuando el
proyecto de ley llegue al pleno del Senado.
De aprobarse, sería la mayor reforma del sistema regulatorio de
las entidades financieras desde la época del "New Deal", propuesto
por el entonces presidente Franklin Roosevelt para mitigar los
efectos de la "Gran Depresión" de la década de 1930 en EE.UU.
Entre otros elementos, la medida da a la Reserva Federal más
poderes para regular las actividades de las empresas financieras más
grandes de Estados Unidos y crea una oficina de protección de los
consumidores.
Esa oficina, que operará dentro de la Reserva Federal, tendrá
autoridad para asegurar que los usuarios reciban "información clara
y precisa" cuando soliciten préstamos hipotecarios, tarjetas de
crédito y otros productos financieros.
Cualquier entidad financiera, desde pequeñas empresas
prestamistas hasta las megacorporaciones bancarias, estará sujeta a
los nuevos reglamentos que establezca esa oficina.
Los bancos con bienes superiores a los 10.000 millones de dólares
afrontarían sanciones si violan los reglamentos de protección al
consumidor.
La propuesta incluye un Consejo de Supervisión para la
Estabilidad Financiera, compuesto por nueve miembros, que someterá a
las grandes instituciones, como la aseguradora American
International Group (AIG), a la supervisión de la Reserva Federal.
La tarea principal de este Consejo será identificar y responder a
los "riesgos sistémicos de grandes empresas, productos y actividades
antes de que amenacen la estabilidad de la economía".
Así, la Reserva Federal podrá dividir a las grandes compañías
financieras que presenten una "grave amenaza" para la salud del
sistema financiero. Pero eso, requeriría la aprobación de dos
terceras partes del Consejo.
La legislación de Dodd, sin embargo, no contiene una amplia
reestructuración de las regulaciones financieras que prefiere la
Casa Blanca o la que está incluida en la versión que aprobó la
Cámara de Representantes.
Previo a la votación de hoy, el secretario del Tesoro de EE.UU.,
Tim Geithner, instó al Congreso en un discurso ante el American
Enterprise Institute a que resista las presiones de Wall Street para
debilitar esta reforma.
"Es importante que acierten en esto, pero tengan cuidado en
escoger a quiénes escuchan... escuchen menos a aquellos cuyo
criterio nos llevó a esta crisis, escuchen menos a quienes nos
dijeron que eran maestros de una noble innovación financiera",
aconsejó Geithner.
"Escuchen a las familias y negocios que aún sufren los efectos de
esta crisis", subrayó Geithner, que afirmó: "Estamos en un momento
definitorio en este gran debate sobre la reforma financiera".
Geithner advirtió que el país afronta una importante encrucijada
para reformar el sistema regulatorio de Wall Street o, de lo
contrario, "perderá la oportunidad de establecer la agenda global".
El Congreso, agregó, tiene ante sí la posibilidad de aplicar una
verdadera reforma que "provea fuertes protecciones para los
consumidores y fuertes restricciones en la toma de riesgos por parte
de grandes instituciones, así como firmes herramientas para proteger
a la economía y a los contribuyentes de crisis futuras".
Señaló que el Gobierno del presidente Barack Obama no se
conformará con un proyecto de ley que no pase ese tipo de prueba.
La oficina de Dodd ha indicado que el senador demócrata por
Connecticut continuará los esfuerzos por forjar un acuerdo
bipartidista en estas lides. EFE