Cancún (México), 19 mar (EFE).- Las mujeres latinoamericanas
menores de 40 años tienen ya más educación que los hombres pero
siguen ganando menos que ellos, dijo hoy el presidente del Banco
Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno.
El titular del BID subrayó, durante la inauguración de un
seminario sobre género en el marco de la Asamblea anual de la
institución en Cancún (México), que cuando se comparan hombres y
mujeres de la misma edad y educación la brecha de ingresos es del 17
por ciento.
Esa cifra es todavía superior en países como Brasil y Uruguay,
donde la distancia es "superior" al 25 por ciento.
Moreno se hizo eco durante su presentación de las conclusiones de
un nuevo informe del BID titulado "El dividendo de género", que
indica que "las mujeres de la región permanecen más tiempo en la
escuela y tienen más propensión a ir a la universidad que los
hombres".
El estudio señala que las mujeres mayores de 40 años que
completaron sus estudios hace dos décadas o más, tuvieron menos
educación formal que los hombres, pero la situación ha cambiado
entre las más jóvenes.
Según el citado documento, las nacidas en 1980 tienen en promedio
un cuarto de año escolar más que los hombres, con la única excepción
de Bolivia, Guatemala y Haití, donde no se observa ese patrón.
Por lo demás, el responsable del BID hizo hincapié también en que
las mujeres siguen siendo más vulnerables al desempleo que los
hombres.
"Según las ultimas cifras disponibles, la tasa de desempleo en la
región (para ellas) fue del 6,3 por ciento, muy superior a la tasa
del 3,7 por ciento de los hombres adultos", dijo durante su
presentación.
Pese a las diferencias de género, el informe destaca también
algunos logros significativos en las últimas décadas, como que la
tasa de participación femenina en la fuerza laboral aumentó del 35
por ciento en 1980 al 53 por ciento en 2007.
Moreno sostuvo, por lo demás, que el trabajo remunerado de las
mujeres puede tener un efecto considerable en la reducción de la
pobreza.
El estudio del BID menciona, en ese sentido, que, sin el ingreso
que aportan las cónyuges en los hogares de América Latina que
cuentan con ambos padres, la pobreza sería del 40 por ciento en
lugar del 26 por ciento. EFE
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