Londres, 21 abr (EFE).- El Gobierno británico no recibió
presiones de las compañías aéreas para reabrir el espacio aéreo del
Reino Unido, afirmó hoy el ministro de Transporte, Andrew Adonis.
En declaraciones a la cadena GMTV, Adonis dijo que el cierre del
espacio aéreo, dispuesto el pasado jueves a raíz de la erupción del
volcán islandés, se decidió por razones de seguridad y la situación
fue "evaluada constantemente", pero negó que el Gobierno tomara la
decisión de reabrirlo por presiones de las aerolíneas.
"En cada momento las decisiones estuvieron basadas en función de
regulaciones de seguridad. No fueron tomadas por presiones de las
aerolíneas", insistió el titular de Transporte.
Adonis señaló que el Gobierno hizo lo mejor que pudo para buscar
la manera de que los británicos que estaban en el extranjero
pudieran volver a casa, como la movilización de barcos de la Marina,
enviados a los puertos del norte de la Europa continental.
"Cuando uno se enfrenta a una crisis sin precedentes como esta,
uno no puede tener soluciones instantáneas en cuanto ocurren", dijo.
Adonis hizo esta afirmación después de que el consejero delegado
de British Airways (BA), Willie Walsh, afirmase que "hay que
aprender" de la forma en que se abordó el problema.
"No creo que fuese necesario imponer una prohibición total en
todo el espacio aéreo del Reino Unido el jueves (día 15 de abril)",
puntualizó Walsh.
Los primeros vuelos han comenzado a llegar a los aeropuertos
británicos tras la reapertura del espacio aéreo británico, decidida
anoche por el Gobierno después de que recibiese un informe de la
Autoridad de la Aviación Civil (CAA).
Se estima que el cierre de los aeropuertos por la nube de cenizas
volcánica le ha costado a la industria de la aviación unos 130
millones de libras (unos 146 millones de euros) diarios.
La industria aérea afronta en los próximos días una gran
operación logística por el gran número de pasajeros británicos que
aún están en el extranjero y tratan de volver a casa.
A las aerolíneas y los operadores turísticos se les ha presentado
el desafío de acomodar a todos esos pasajeros que vieron cancelados
sus vuelos por el cierre del espacio aéreo. EFE