Washington, 3 sep (EFE).- La cifra actual de desempleo en el
mundo es la más alta de la historia, con 210 millones de parados, 30
millones más que al inicio de la crisis financiera, según indicaron
el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Organización Mundial del
Trabajo (OIT) en un informe conjunto.
Los 30 millones de desempleados adicionales se produjeron a
partir de 2007, cuando aún no había entrado en escena la recesión,
según el informe, publicado en la página web de la conferencia que
ambos organismos celebrarán en Oslo (Noruega) el próximo 13 de
septiembre.
Casi tres cuartas partes de ese aumento corresponde a las
economías avanzadas, y entre ellas, España y Estados Unidos suman
dos tercios del total.
Mientras que en el país norteamericano hay ahora 7,5 millones más
de desempleados que hace tres años, España cuenta con 2,7 millones
más, una cifra muy superior a la de otras economías que también
destacan por su destrucción de empleo, como el Reino Unido (0,9
millones) y Japón (0,8).
Nueva Zelanda y Taiwán también mostraron aumentos significativos
en la cifra de desempleo.
"La recesión ha creado un penoso legado de desempleo que amenaza
la subsistencia, la seguridad y la dignidad de millones de personas
en todo el mundo", dijo el director del FMI, Dominique Strauss-Khan,
en un comunicado.
El informe, que servirá de referencia y para abrir el debate
sobre el empleo en la conferencia de Oslo, indica también que la
tasa de desempleo global de los jóvenes creció hasta situarse en el
13 por ciento en 2009, con 81 millones de parados.
El FMI destacó la importancia de este problema y la necesidad de
reactivar la actividad del grupo de edad de entre 15 y 24 años, que
representa "un cuarto del total de la fuerza de trabajo del mundo",
con 619 millones de trabajadores.
El país donde más ha aumentado el desempleo juvenil es España,
donde esa tasa "se duplicó en los últimos años, pasando del 20 por
ciento hasta casi el 40".
Otro de los grandes problemas, de acuerdo con el estudio, es la
creciente proporción de personas que han estado desempleadas durante
más de 27 semanas en los países miembros de la Organización para la
Cooperación Económica y el Desarrollo (OECD).
El ejemplo más claro de este fenómeno está en Estados Unidos,
donde la proporción de desempleados de larga duración es casi del 50
por ciento.
En los países en los que la crisis no disparó el índice de
parados de larga duración, como Alemania, Francia, Italia y Japón,
esa tasa era de cualquier forma "muy alta antes de producirse la
recesión", precisa el informe.
El documento recuerda además que la precariedad del empleo sigue
siendo una realidad, y que un 80 por ciento de la población mundial
no tiene acceso a protección social.
La OIT estima que un 40 por ciento de la fuerza de trabajo del
mundo -alrededor de 1.200 millones de hombres y mujeres- "aún no
ganaba en 2008 un salario suficiente para poder superar, junto con
sus familias, el umbral de pobreza de 2 dólares estadounidenses
diarios".
"Aunque ahora vemos indicios de una frágil recuperación, para
millones de personas y empresas en todo el mundo la crisis dista de
haber llegado a su fin", dijo en un comunicado el director general
de la OIT, Juan Somavia.
Como única manera de salir de la crisis, Somavia señaló "el
establecimiento de una estrategia de crecimiento centrada en el
empleo".
En concreto, la OIT calcula que en los próximos años se
necesitarán más de 440 millones de nuevos empleos para absorber a
quienes se incorporen al mercado de trabajo, "y aún más para
revertir el desempleo causado por la crisis". EFE