México, 8 sep (EFE).- La economía mexicana, segunda de América
Latina, crecerá en torno al 3,8 por ciento en 2011, con inflación
del 3% y sin aumentos de impuestos, según las proyecciones oficiales
dadas a conocer hoy en los proyectos presupuestarios para el próximo
año.
La propuesta de programa económico que entregó el Gobierno al
Congreso establece que en este año la economía cerrará con un
crecimiento del PIB del 4,5 por ciento.
Las autoridades prevén que el precio promedio de la mezcla
mexicana de petróleo se ubicará en 63 dólares por barril, con una
plataforma de producción de crudo de 2,5 millones de barriles
diarios, y una plataforma de exportación de 1,14 millones de
barriles diarios.
Asimismo, prevé que el tipo de cambio será de 12,9 pesos por
dólar, con una tasa líder de interés que se ubicará en el 5% y un
déficit fiscal de unos 42.200 millones de pesos (unos 3.271 millones
de dólares), equivalente al 0,3% sin tomar en cuenta las inversiones
en la empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex).
El texto añadió que si se incluye la inversión en petróleo, el
déficit fiscal ascenderá al 2,3%.
El déficit en cuenta corriente para el año próximo sumará unos
13.216 millones de dólares, que supone el 1,2 % del PIB.
La propuesta económica destaca que "no se está considerando la
creación de nuevos impuestos ni el incremento de las tasas de los
impuestos vigentes", además de que por segunda ocasión no se
presentan iniciativas sobre normas fiscales, que es conocida como
miscelánea fiscal.
El proyecto de ingresos prevé una recaudación de 3,02 billones de
pesos (unos 232.523 millones de dólares), cifra superior en el 3,9%
respecto a la aprobada por el Congreso para el presente año.
Destaca que los ingresos petroleros en 2011 crecerán un 4,5% en
términos reales con los presupuestados para este año, y "se prevé
que en 2011 la recaudación tributaria no petrolera sea la más
elevada de al menos los últimos 30 años como proporción del PIB al
ubicarse en el 10,3%.
El Gobierno aseguró que el proyecto refleja los avances en las
políticas de ahorro y las medidas aplicadas desde el comienzo de la
actual Administración, y centra el gasto en los programas de
fortalecimiento de la seguridad pública, la promoción del desarrollo
social y el impulso al crecimiento económico.
El proyecto también prevé un gasto público de 3,06 billones de
pesos (unos 235.769 millones de dólares) sin incluir la inversión en
Pemex, la cual se ubicará en 286.300 millones de pesos (unos 22.023
millones de dólares).
Los gastos del sector público, que abarca los tres poderes y
organismos autónomos, ascenderá a 2,55 billones de pesos (unos
196.253 millones de dólares).
El techo de endeudamiento se propone en 340.000 millones de pesos
(unos 26.143 millones de dólares), en tanto que los requerimientos
financieros del sector público representarán el 2,7% del PIB.
Este proyecto de presupuesto ha sido recibido con tambores de
guerra por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), que
advirtió que no aprobará ningún aumento de impuestos y pedirá
reducir el Impuesto al Valor Agregado (IVA) del 16% al 15% en el
país y del 11 al 10 % en la franja fronteriza.
El año pasado, el PRI se vio obligado a aprobar el aumento del
IVA, una medida antipopular y criticada por todos los sectores
debido a los acuerdos amarrados con el Gobierno.
Además de la reducción del IVA, el PRI pide un programa de
austeridad con mayores ahorros de los costos del aparato
burocrático, además de un mejoramiento de la fiscalización.
El Gobierno advirtió que aunque México superó la peor crisis
financiera internacional de los últimos años, el panorama "no está
exento de riesgos" debido a que aún existe incertidumbre respecto a
la recuperación económica de las mayores economías del mundo.
Aseguró que el proyecto económico para 2011 es una propuesta "que
promueve un mayor desarrollo y a la vez es responsable", ya que
permite mantener la estabilidad de las finanzas públicas. EFE