Nueva York, 30 jun (EFE).- Las autoridades reguladoras de Estados
Unidos evitaron que los bancos a los que American International
Group (AIG) aseguró millones de dólares en valores aceptaran
pérdidas cuando se rescató a la aseguradora, por lo que esas
entidades fueron las más beneficiadas en ese rescate, publica hoy el
diario The New York Times.
"Amnistía para los grandes bancos", asegura el diario en sus
páginas, en las que repasa el contenido de los documentos oficiales
del rescate de la aseguradora, una operación que, al permitir el
pago a los bancos según los acuerdos que éstos tenían con AIG,
perjudicó a los contribuyentes estadounidenses.
Mientras el Congreso de EE.UU. celebra hoy una audiencia sobre el
rescate en la que participa el ex consejero delegado de AIG, Joseph
Cassano, el Times explica que "las autoridades ignoraron las
recomendaciones que recibieron para que forzaran a los bancos a que
aceptaran pérdidas en sus negocios" con la aseguradora.
"Esa decisión costó a los contribuyentes miles de millones de
dólares en pagos extras a los bancos y contrasta con la línea dura
que la Casa Blanca tomó en 2008 cuando forzó a los prestamistas de
Chrysler a firmar pérdidas al rescatar al gigante automovilístico",
destaca el diario.
Según el New York Times, las autoridades estadounidenses
destinaron unos 46.000 millones de dólares de dinero público a
entidades financieras como Goldman Sachs, Société Genérale, Deutsche
Bank y Merrill Lynch.
Los documentos sugieren que "los reguladores adoptaron una
actitud punitiva sólo hacia AIG y perdonaron demasiado a los bancos
durante el rescate", ya que además, dentro de esa operación, se
obligó a la aseguradora a renunciar a su derecho a denunciar a los
bancos con los que tenía negocios por supuestas irregularidades.
Según el New York Times, después de que la Comisión del Mercado
de Valores de EE.UU. (SEC) acusara a Goldman Sachs de fraude al
ocultar información de un producto que vendió vinculado al derrumbe
hipotecario, algunos ejecutivos y accionistas de AIG pidieron poder
cursar una demanda contra el banco.
Las posibilidades legales de conseguirlo son ahora muy pocas,
debido a la cláusula que la entidad aceptó en su rescate, según el
diario.
AIG, que en su momento fue la mayor aseguradora del mundo, tuvo
que ser rescatada por las autoridades estadounidenses en septiembre
de 2008, cuando la situación de los mercados financieros la colocó
al borde de la quiebra.
Entonces la Reserva Federal de Estados Unidos inyectó en las
cuentas de AIG 182.000 millones de dólares en ayudas federales. EFE