París, 14 abr (EFE).- La tasa de paro juvenil en España, la que
más ha crecido en porcentaje en la OCDE desde el comienzo de la
crisis, se mantendrá por encima del 40% al menos durante 2011, según
las proyecciones presentadas hoy.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico
(OCDE) indica en un documento de trabajo que el paro juvenil podría
llegar este año a un 20,5% de media en sus 30 países miembros y en
torno al 24% para la Unión Europea, con un máximo en España, donde
podría producirse una inflexión en la evolución alcista a finales
del ejercicio.
España ha visto incrementarse el desempleo de las personas entre
15 y 24 años 24,6 puntos comerciales desde el inicio de la crisis
hace dos años, el mayor porcentaje seguido de lejos (18,5 puntos
suplementarios) por Irlanda, donde el paro de este grupo en
cualquier caso se ha triplicado en este periodo.
El incremento medio del paro juvenil en la OCDE ha sido de 5,9
puntos, es decir, más del doble del aumento del paro para toda la
población (2,5 puntos porcentuales).
A finales de 2009, la tasa de desempleo juvenil en el conocido
como el "Club de los países desarrollados" era ya del 18,8%, frente
al 8,6% para el conjunto de la población.
Entre los factores relacionados con el paro juvenil, la OCDE
analiza la elevada temporalidad de este grupo de edad, que en 2008
alcanzaba su máximo en Polonia, con el 64%, seguida de España,
Alemania, Portugal, Suecia, Francia y Suiza, donde se supera el 50%.
Los autores de este informe destacan que esta situación es
particularmente negativa para los jóvenes que carecen de educación
básica y que, si no logran encontrar o conservar un primer empleo,
corren el riesgo de que su carrera profesional quede comprometida a
largo plazo por el paro.
Para hacer frente a esta realidad, apuestan en primer lugar por
garantizar ayudas a las rentas de los parados jóvenes para seguir
buscando un puesto de trabajo, teniendo en cuenta que dos tercios de
ellos no tienen derecho a un subsidio de desempleo.
A cambio de una garantía de ingresos, los jóvenes habrían de
comprometerse a buscar activamente un empleo, y se les debería
ofrecer dispositivos para aportarles experiencia profesional o
programas de formación.
La OCDE considera una solución "prometedora" un "contrato de
aprendizaje para los jóvenes poco cualificados", ya que así se
matarían dos pájaros de un tiro: los jóvenes parados podrían entrar
en el mercado laboral y las empresas verían recortados sus gastos de
mano de obra a cambio de comprometerse a darles formación.
La cuestión de base que los gobiernos deberían abordar es que
ningún joven entre en la vida activa sin estar dotado de una
cualificación valorada, lo que implicaría que haya incitaciones para
que los menores de 20 años continúen en el sistema educativo.
El documento de la OCDE se dio a conocer con vistas a la reunión
de ministros de Trabajo del G20 de los próximos 20 y 21 en
Washington, a la que acudirá el secretario general de la
organización, Ángel Gurría.
Gurría insistió en que "las perspectivas a corto plazo" del paro
juvenil "siguen siendo más bien oscuras", puesto que "se agravarán
en los próximos meses". EFE