Washington, 22 abr (EFE).- El G-24, que agrupa a países en
desarrollo, pidió hoy que la reforma del Banco Mundial (BM) les
otorgue un 50 por ciento del poder de voto en el seno de la
institución.
El Grupo se reunió hoy en el Fondo Monetario Internacional (FMI),
en vísperas del encuentro ministerial del G-20, que tendrá lugar el
viernes, y de la Asamblea del Fondo y el Banco Mundial, que se
celebrará durante el fin de semana.
El G-20, compuesto por los principales países ricos y en
desarrollo del mundo, apoya un incremento de "por lo menos" el tres
por ciento en el poder de voto de las naciones emergentes en el
Banco Mundial.
El G-24 enfatizó en un comunicado al término de su reunión que
esa transferencia debería ser "el primer paso" y que una revisión
posterior tendría que resultar "en la paridad en el poder de voto
entre los países desarrollados y en desarrollo".
"Esperamos que para 2015 tengamos la paridad", dijo en una rueda
de prensa Rogério Studart, el representante de Brasil en la reunión.
Actualmente las naciones ricas cuentan con el 56 por ciento del
peso en los órganos de gobierno del Banco Mundial, mientras que el
resto está en manos de los países en desarrollo.
Amar Bhattacharya, el director del secretariado del G-24, indicó
en rueda de prensa que los países en desarrollo deberían tener más
influencia en el Banco Mundial porque son los que reciben sus
préstamos, los que hacen contribuciones a sus operaciones con el
pago de intereses y porque están creciendo a mucho mayor ritmo que
las naciones avanzadas.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) también está inmerso en
negociaciones para la redistribución del voto en su seno.
El G-20 respalda que los países ricos transfieran "por lo menos"
un cinco por ciento de su voto en el FMI a las naciones en
desarrollo "dinámicas".
El G-24, por su parte, reiteró su petición de que ese porcentaje
se aumente al siete por ciento, y que se ponga cuidado para que con
los cambios no salgan perjudicados países pobres que han crecido
menos que el resto del mundo. EFE