Sohar, la gran apuesta marítima de Omán contra la escasez del petróleo

Jorge Fuentelsaz

Sohar (Omán), 1 dic EFE.- El puerto de Sohar, situado en una zona estratégica en el norte de Omán, se ha convertido en una de las grandes insignias de la diversificación auspiciada por el sultán Qabus ante el progresivo agotamiento del petróleo.

A dos horas en coche tanto de Mascate como de Dubái (Emiratos Árabes Unidos), y con 4.100 hectáreas de terreno para levantar una zona de libre comercio, este puerto marítimo aspira según sus constructores a convertirse en la "puerta de Omán al mundo".

"A principios de los noventa su majestad quería diversificar la economía y alejarse de la dependencia del gas y del petróleo y planteó hacer una zona industrial", asegura la directora de comunicación del puerto de Sohar, Annica Sigevall.

El puerto, que ocupa 2.100 hectáreas, un rectángulo de siete kilómetros de largo por tres de ancho, está dividido en tres zonas.

Dos de ellas están dedicadas a la industria petroquímica y metalúrgica y la tercera, situada en medio de las dos anteriores, se centra en la logística.

Cuando en julio del 2002 el gobierno de Omán firmó con la autoridad del puerto holandés de Rotterdam un acuerdo para desarrollar este proyecto, había que empezar a construir un puerto desde cero, lo que facilitó, como asegura Sigevall, que se pudiera planear de manera global y en secciones.

Actualmente, la empresa conjunta creada por estos dos socios, Sohar Industrial Port Company, asegura haber completado el 85 por ciento del proyecto, por lo que se han unido a una tercera compañía, la india SKIL, para desarrollar una "zona de comercio libre" situada junto al puerto.

En una primera fase se han ocupado 500 hectáreas de esa zona libre, que estarán operativas el año que viene, y según Sigevall, se está negociando el establecimiento de otras setenta empresas.

Para Sigevall, la existencia de una zona de industrias básicas es lo que realmente marca la diferencia del puerto de Sohar respecto a otras zonas libres de la región.

La última gran apuesta del puerto es la construcción de un muelle de 23 metros de profundidad, en vez de los dieciséis habituales, para permitir la importación de acero en embarcaciones de gran calado y que la empresa minera brasileña VALE explotará durante los próximos 25 años.

El ingeniero Tarek al Kiumi explica la rapidez con la que están construyendo el desembarcadero, que cuenta con una inversión de 1.400 millones de dólares y que tendrá 600 metros de largo.

Tarek detalla que la construcción de este muelle arrancó el pasado junio y que se espera que esté terminado para mediados de 2011.

Pero la rapidez con la que se está construyendo el muelle no es exclusiva de esta parte del proyecto, sino que es la que parece caracterizar a todos lo módulos portuarios, en cuya construcción actualmente trabajan unos 6.000 obreros, en su mayoría indios y paquistaníes.

"A finales del 2003 aquí no había nada", asegura Sigevall antes de subrayar: "Si volvierais en dos años no reconoceríais nada".

Para hacer más atractiva la inversión, el régimen omaní además de ofrecer facilidades financieras asegura que garantizará el abastecimiento de gas, principal combustible para las diferentes industrias establecidas en la zona, con un gasoducto desde Qatar y Emiratos.

Además el puerto y la zona libre contarán en un futuro con un aeropuerto y con una línea de tren que en principio unirá Sohar con Mascate, pero que no se descarta que pueda continuar hasta los Emiratos, que podrían apoyarse en el puerto omaní ante un hipotético cierre del estrecho de Ormuz.

"Las compañías navieras no deben abonar las anormalmente altas primas de los seguros que pagan normalmente las embarcaciones que navegan hacia el interior del golfo Pérsico", asegura la revista editada por el puerto de Sohar en su último número. EFE

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