Brasilia, 15 jul (EFE).- La General Motors (GM) de Brasil anunció
hoy una inversión de 1.000 millones de dólares en el país, con lo
que se convirtió en la primera multinacional del sector en anunciar
nuevos proyectos en el gigante suramericano desde el comienzo de la
crisis económica global.
Las inversiones se destinarán a la ampliación de la fábrica de la
empresa en Gravataí, municipio en el sureño estado de Río Grande do
Sul, dijo el presidente de la GM para Brasil y el Mercosur, Jaime
Ardila, en una audiencia con el mandatario brasileño, Luiz Inácio
Lula da Silva, en Brasilia.
Los recursos le permitirán a la multinacional fabricar a partir
de 2012 dos nuevos modelos de automóviles en Gravataí, en donde la
empresa ya produce los modelos Celta y Prisma, que serán diseñados
por ingenieros brasileños.
Las operaciones de GM en Brasil son relativamente independientes
de las de la matriz en Estados Unidos, razón por la cual la
subsidiaria fue una de las menos afectadas en el proceso de
recuperación tras la declaración de quiebra que concluyó la semana
pasada con la creación de la "Nueva GM".
"Se trata de una inversión adicional a los 3.000 millones de
reales (1.500 millones de dólares) que ya habíamos anunciado en los
dos últimos dos años", afirmó Ardila.
El ejecutivo aclaró que, en total, la empresa invertirá 2.500
millones de dólares en Brasil hasta 2012.
El 50% de los recursos de la nueva inversión serán desembolsados
directamente por la General Motors do Brasil, en tanto que un 30%
serán financiados por el estatal Banco Nacional de Desarrollo
Económico y Social (BNDES) y el 20% restante por el Banco Regional
de Desarrollo para la Región Sur (Banrisul).
Según el empresario, la capacidad de producción de la fábrica en
Gravataí será aumentada de los actuales 230.000 vehículos hasta
380.000 unidades al año.
"Es decir que tendremos una capacidad más de tres veces superior
a la que tenía inicialmente (120.000 unidades), cuando la fábrica
fue inaugurada en el 2000", dijo.
El proyecto, agregó, generará 1.000 nuevos empleos directos en
Gravataí, sin contar los puestos que serán creados por las empresas
que abastecen la fábrica.
Lula, en su discurso, recordó que la semana pasada, cuando
participó en la reunión del G-8 en Italia, se sintió "orgulloso de
ser brasileño en momentos en que uno percibe que las subsidiarias de
los fabricantes de automóviles en Brasil están mejor que sus
matrices".
"Me reuní con varios presidentes y todos estaban de boca abierta
con la situación de las empresas en Brasil", afirmó.
General Motors, que tiene operaciones en Brasil desde hace 84
años, es la mayor subsidiaria de la multinacional en Suramérica y la
tercera más grande fuera de Estados Unidos.
La compañía es la tercera en ventas de automóviles en Brasil y
tiene 23.000 empleados.
La empresa, que el año pasado vendió un récord de 548.941
vehículos en el país y tuvo una participación del 19,5% en el
mercado brasileño, cuenta con fábricas en las ciudades de Sao
Caetano do Sul y Sao José dos Campos, ambas en el estado de Sao
Paulo, además de la de Gravataí.
El fabricante, que tiene previsto lanzar este año un nuevo modelo
en el país, también cuenta con un complejo industrial en Mogi das
Cruzes, en donde produce componentes y piezas, y un campo de pruebas
en Indaiatuba, ambos en el estado de Sao Paulo.
La GM do Brasil también está construyendo una nueva fábrica de
motores y componentes en la ciudad de Joinville, en el sureño estado
de Santa Catarina. EFE
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