Washington, 7 oct (EFE).- El máximo dirigente de General Motors
(GM), Fritz Henderson, pintó hoy un panorama optimista sobre el
futuro de la empresa, a pesar de que anunció la salida de uno de sus
principales ejecutivos, el responsable de ventas en EE.UU.
Henderson reconoció de forma implícita que pese al proceso de
reestructuración iniciado durante el periodo de quiebra a mediados
de año, la compañía arrastra un pesado legado cultural y es posible
que necesite nuevas caras para revitalizar al mayor fabricante de
automóviles de EE.UU.
Durante una teleconferencia mantenida hoy con medios de
comunicación y analistas, informó que el máximo responsable de
ventas en Estados Unidos, el veterano Mark LaNeve, dejará la firma
próximamente.
Henderson dijo que LaNeve deja la empresa para trabajar "fuera
del sector del automóvil", pero no explicó si la salida del
directivo se produce a voluntad propia o a petición de la compañía.
El anuncio se produce días después de que GM revelara que sus
ventas en Estados Unidos durante septiembre cayeron un 45 por
ciento, tres veces más que la pérdida experimentada por Toyota y
nueve veces más que las de Ford.
El directivo aprovechó el anuncio para señalar que GM "está
abierta a traer una persona de talento" fuera de la firma para
sustituir a LaNeve, pero se mantuvo evasivo cuando se le preguntó si
el director financiero, Ray Young, también abandonará General Motors
en el corto plazo.
"Ray es nuestro director financiero. No hay más comentarios",
afirmó.
Las escuetas palabras de Henderson se producen en respuesta a
informaciones publicadas en los últimos días, que dan como seguro
que Young dejará la empresa tras tener problemas con el Grupo
Presidencial del Automóvil (GPA) formado por la Casa Blanca para
supervisar la reestructuración del sector.
Precisamente, Henderson explicó que la contratación de personas
de fuera de la empresa depende de las negociaciones que GM está
manteniendo con el Gobierno estadounidense sobre pagos a sus
ejecutivos.
Reconoció que a pesar de que GM está en el buen camino para
cumplir sus objetivos financieros, lo mismo no puede decirse de su
reducción laboral y la venta de marcas.
Según el máximo dirigente de GM, la empresa se había planteado
terminar el año con unos 40.000 empleados de factorías en EE.UU.,
pero en la actualidad esa cifra se sitúa en alrededor los 49.000.
"Es más de lo que esperábamos", admitió.
Con respecto a las marcas que General Motors ha descartado, dijo
que espera concluir a finales de año la venta del fabricante de
todoterrenos Hummer a la empresa china Sichuan Tengzhong Heavy
Industrial Machinery.
Henderson señaló que ayer se reunió con el consejero delegado de
Sichuan, quien ha vuelto a China para solicitar la aprobación de las
autoridades de Pekín a la operación.
"El comprador está muy interesado en el cierre de la venta",
afirmó.
En cuanto a Opel, indicó que tras el acuerdo para vender el 55
por ciento de la filial alemana al consorcio encabezado por Magna y
el 10 por ciento a los empleados, GM estaba en negociaciones con los
comités empresariales para finalizar los contratos.
Pese a todos estos datos negativos, Henderson basó su optimismo
en el futuro en que las cifras de ventas globales de GM son mejores
de lo esperado, a pesar de las pérdidas en Estados Unidos.
Los números del fabricante señalan que la cuota de mercado
mundial en el tercer trimestres ascendió al 11,9 por ciento, un 0,3
por ciento más que en la primera mitad del año.
En EE.UU. la cuota de mercado en el tercer trimestre fue del 19,5
por ciento, "consistente con la primera mitad del año", pero un 2,6
inferior a la del 2008.
Henderson también dijo que los nuevos vehículos (como el
Chevrolet Equinox, el Cadillac SRX o el Buick LaCrosse) están
teniendo cifras de ventas superiores a lo esperado.
La compañía planea dar a conocer a mediados de noviembre los
resultados financieros del tercer trimestre y Henderson repitió que
sigue planeando una oferta pública de acciones en el 2010. EFE
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