Caracas, 29 oct (EFE).- El Gobierno venezolano indicó hoy que
está a la espera de que la empresa de cementos mexicana Cemex retome
las negociaciones para llegar a un acuerdo sobre el precio de la
expropiación de sus plantas en Venezuela.
"Las negociaciones las rompieron ellos, cuando vengan estaremos
aquí esperando", dijo a la prensa el ministro de Infraestructura,
Diosdado Cabello.
Cemex decidió iniciar un proceso de arbitraje en una corte
internacional pero su vicepresidente ejecutivo de Finanzas de la
firma en Monterrey (norte de México), Héctor Medina, dijo ayer que
mantenían la "actitud ante el Gobierno para negociar fuera" del
arbitraje.
Cabello consideró que esas declaraciones representan un cambio de
actitud de la empresa y dijo que podría deberse a que "deben tener
algún dato que no les favorece, porque en este mundo nadie da una
puntada sin dedal".
Añadió que, en todo caso, Cemex debe tener claro que el Gobierno
venezolano "no va a negociar en condiciones de la colonia sino de un
gobierno soberano independiente, que toma decisiones en función de
mejorar la calidad de vida de todos los venezolanos".
"Sabemos lo que compraron, sabemos lo que hay, sabemos las deudas
que existen, los daños ambientales, la falta de pagos al Tesoro
nacional, nosotros estamos abiertos a la negociación", expresó el
titular de Infraestructura.
Cabello opinó que cuando Cemex decidió acudir a instancias
internacionales estuvo "mal aconsejada" y reiteró que debe quedar
claro el Gobierno venezolano no negociará "bajo la estructura
colonial que han pretendido ellos".
En diciembre de 2008 Cemex presentó una demanda de arbitraje ante
el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a
Inversiones (CIADI), dependiente del Banco Mundial.
Cemex, la mayor productora de cemento de Venezuela, pretendía un
pago de unos 1.300 millones de dólares de compensación por sus
activos, pero el Gobierno sólo ofreció 650 millones de dólares,
según fuentes de la empresa.
El presidente venezolano, Hugo Chávez, decidió en julio de 2008
la nacionalización de la producción de cemento por considerar que se
trata de un sector "estratégico" para la economía del país.
Cemex, fundada en México en 1906, controla el 52 por ciento de la
producción de Venezuela, ofrece empleos a más de tres mil personas y
sus ventas en ese país representan alrededor del tres por ciento de
sus ventas globales, según la empresa.
Otras firmas afectadas por el decreto de nacionalización fueron
la francesa Lafarge, con la que ya se alcanzó un acuerdo definitivo,
y la suiza Holcim, todavía pendiente de solución. EFE