Tokio, 14 may (EFE).- La central nuclear de Hamaoka dejó de funcionar hoy a petición del Gobierno por el gran riesgo sísmico de la zona en la que se ubica, algo que aumenta los problemas energéticos de Japón ante la llegada del calor estival.
A petición del Gobierno, que intenta evitar un nuevo accidente nuclear como el de Fukushima, la operadora Chubu Electric paró hoy el último de los dos reactores que estaban operativos en la planta.
La compañía expresó hoy su deseo de que las actividades puedan reanudarse en Hamaoka, a la orillas del Océano Pacífico, en cuanto se tomen las medidas necesarias para evitar un accidente debido a un terremoto, aunque el Gobierno cree que la suspensión durará, al menos, dos o tres años.
El primer ministro, Naoto Kan, además dijo ayer que los estándares de seguridad de las centrales nucleares de Japón, que obtiene un tercio de su electricidad de este tipo de fuentes, cambiarán en el futuro por el accidente de Fukushima.
A día de hoy, menos del 40 por ciento de los reactores nucleares de que dispone Japón están operativos, debido a los efectos del terremoto del 11 de marzo en las centrales del noroeste japonés y porque otras unidades se encuentran bajo revisión rutinaria.
Esto implica menos electricidad para aliviar el "mushi atsui", en japonés, el intenso calor húmedo que afecta al archipiélago durante la época estival, pese a que las eléctricas planean aumentar su producción potenciando la actividad de sus plantas térmicas.
El Gobierno pidió esta semana a empresas y hogares que gasten un 15 por ciento menos de electricidad entre julio y septiembre, cuando la media de humedad en la capital de Japón es del 70 por ciento, según datos de la Agencia Meteorológica de Japón.
El suministro para gran parte del país se complicaría más en caso de que otros seis reactores entren en revisión durante el verano, como estaba planeado antes del terremoto.
La operadora de la central de Fukushima, TEPCO, sigue trabajando para estabilizar los reactores de la inestable planta, algo que hoy costó la vida a uno de los empleados bajo su mando desde el 11 de marzo.
El accidente ocurre cuando los operarios intentan instalar un nuevo sistema para refrigerar el reactor 1, donde una gran parte de las barras de combustible del núcleo podrían haberse fundido, con lo que aumenta el riesgo de filtraciones radiactivas.
Según informó la televisión NHK, TEPCO intenta determinar por donde se fuga el agua que se inyecta para refrigerar el núcleo, al tiempo que instala condensadores para reutilizar el líquido dentro de la vasija de contención de la unidad.
Asimismo, la eléctrica ha comenzado los preparativos para cubrir el edificio del reactor 1 con una estructura de poliéster y acero que ayude a limitar la radiación expulsada al aire. EFE