San Juan, 5 jun (EFE).- Sindicatos y grupos sociales pidieron hoy
en una de las manifestaciones más importantes que se recuerdan en la
reciente historia de Puerto Rico el fin del plan de despidos del
Gobierno y un giro en la política del Ejecutivo de Luis Fortuño.
Miles de manifestantes de sindicatos, profesores, camioneros,
artistas, representantes religiosos y la oposición se unieron en la
coalición "Todo Puerto Rico por Puerto Rico" para formar parte de la
Asamblea Nacional del Pueblo que marchó ante el Capitolio, la sede
del Legislativo.
El obispo metodista Juan Vera, portavoz de la coalición, dijo
que, según las estimaciones de la Policía, asistieron a la
manifestación cerca de 100.000 personas, cifra hasta ahora inédita
en la isla para un acto de este tipo.
Vera destacó que se superaron todas las expectativas y que el
esfuerzo sirvió para que el gobernador Fortuño, del Partido Nuevo
Progresista (PNP), haya accedido a reunirse con representantes de la
coalición la próxima semana para analizar conjuntamente la situación
por la que atraviesa Puerto Rico.
La marcha contó con la presencia del presidente del opositor
Partido Popular Democrático (PPD), Héctor Ferrer, y del secretario
general del Partido Independentista (PIP), Juan Dalmau, unidos
contra el plan de despidos.
La movilización de hoy pretende conseguir que el Ejecutivo dé
marcha atrás con su plan de despidos masivos, anunciado hace meses
por Fortuño y que puede suponer la pérdida de sus puestos de trabajo
para más de 30.000 funcionarios.
La primera ronda de despidos comenzó la pasada semana cuando el
presidente del Banco Gubernamental de Fomento (BGF), Carlos García,
anunció que un total de 10.400 empleados públicos no continuarán.
García repitió entonces el discurso de Fortuño acerca de que si
no se aligera la nómina del Estado será imposible reducir un déficit
fiscal que supera los 3.200 millones de dólares, responsable de la
atrofia de la economía de la isla.
El portavoz de la Coordinadora Sindical y el Frente Amplio de
Solidaridad y Lucha (FASyL), Luis Pedraza Leduc, dijo a Efe que la
manifestación de hoy mostró la repulsa del pueblo a la política del
Gobierno.
En el ámbito político, el secretario general del PIP, Juan
Dalmau, dijo que fue una excelente movilización de las
organizaciones sindicales, cívicas y religiosas "para alzar su voz
de protesta contra las políticas abusivas del Gobierno".
Dalmau subrayó además que las que deben pagar más en Puerto Rico
son las empresas foráneas, que "no dejan un centavo en la isla".
Por parte del Gobierno, el secretario del Departamento de
Desarrollo Económico y Comercio, José Pérez-Riera, reiteró que los
despidos son un mal necesario para enderezar las cuentas públicas.
Pérez-Riera apuntó que la situación a la que en estos momentos se
enfrenta la isla es consecuencia de la nefasta política del Partido
Popular Democrático, que gobernó Puerto Rico durante los últimos
ocho años. EFE
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