Pekín, 5 ene (EFE).- El Gobierno del territorio de Hong Kong, uno de los lugares del mundo donde la vivienda es más cara, ha planteado la posibilidad de crear islas artificiales en sus aguas para aumentar el suelo edificable, una medida que ha sido criticada por grupos ecologistas y expertos de la ex colonia británica.
Según contó hoy el diario local "South China Morning Post", la administración ha lanzado la idea de construir una isla de 1.500 hectáreas y otras 24 de menores tamaños para reducir la densidad de población, una de las mayores del mundo (6.300 habitantes por kilómetro cuadrado).
No es la primera vez que Hong Kong busca ganar terreno al mar, pues ya lo hizo en su aeropuerto internacional, pero sí la primera que tendría fines inmobiliarios.
Al poco de presentarse el proyecto, éste ha recibido críticas de grupos ecologistas como WWF, quien señala que puede amenazar zonas ricas en corales o esenciales para que muchas especies marinas busquen alimento.
"No nos oponemos a todas las reclamaciones de tierra, pero algunos lugares sensibles deben ser evitados", señaló al "South China Morning Post" Samantha Lee, representante de WWF.
Otros críticos, como el profesor Ng Cho-nam de la Universidad de Hong Kong, aseguran que la ex colonia aún tiene suelo natural susceptible de ser edificado, como la zona de los Nuevos Territorios (la reserva natural que separa la ciudad propiamente dicha de China), si bien ese lugar también es un espacio protegido.
Muchos de los detractores sugieren que Hong Kong debe enfocar el problema en controlar el crecimiento de la población, no en aumentar el espacio, y algunos señalan que, en caso de que las islas artificiales se hagan realidad, lo que debe llevarse allí son instalaciones tales como las prisiones, dejando más terreno edificable en la parte "natural" del territorio.
La vecina Macao, el territorio más densamente poblado del mundo, también tiene graves problemas de espacio, que en su caso se han aliviado ligeramente logrando que la parte continental china le cediera parcelas. EFE