Barcelona, 9 jun (EFE).- El presidente de la mutua Fiatc, Joan
Castells, será el nuevo presidente de La Seda, en sustitución de
Rafael Español, que ha presentado su dimisión en el consejo que se
está celebrando hoy en Barcelona, si bien seguirá como consejero.
Portavoces de La Seda han declinado hacer cualquier declaración,
alegando que el consejo de administración continúa a estas horas de
la tarde.
Sin embargo, fuentes conocedoras del contenido de la reunión han
señalado a Efe que Español ha presentado su renuncia, a causa de la
desconfianza a su gestión mostrada por los principales accionistas
de La Seda.
Castells le sustituye como presidente en funciones y su cargo
será provisional a la espera de que la situación de la empresa se
estabilice y consiga el circulante suficiente para seguir
funcionando.
Precisamente en el consejo de administración de hoy, que dura
desde las once de la mañana en un clima de tensión y división,
Rafael Español ha señalado que su intención al renunciar hoy es
permitir que la empresa entre en una nueva etapa.
Por ahora la compañía ha contado con el apoyo de Caixa Geral que
ha facilitado una línea de financiación de 25 millones para dar
apoyo a la falta de circulante que está sufriendo el grupo químico y
que hace que tenga paralizadas las plantas de El Prat (Barcelona) y
la de IQA en Tarragona.
El consejo de administración se reforzará con la entrada de otro
representante del grupo Imatosgil, a través de la sociedad Jupiter,
que estará representada en el consejo por Carlos Morera da Silva.
Con esta incorporación el grupo luso Imatosgil, tendrá dos
consejeros ya que contaba con el abogado Carlos Gila, que está a
través de la sociedad Inverland Dulce.
Este cambio implica que los críticos con la gestión de Español
serían ya cinco consejeros -sumando a la caja portuguesa Caixa
Geral, Liquidambar y el fondo Oman Oil- y dejarían en minoría al
grupo que apoya a Español, y que está integrado por Castells, por el
abogado Jacinto Soler Padró y por José Luis Morlanes.
Los principales accionistas de La Seda de Barcelona son Imatosgil
(12% a través de diversas sociedades), Caixa Geral (7,2%), la firma
Liquidambar (6,1%) y Oman Oil (5,99%), con lo que todos los críticos
con Español aglutinan cerca del 30% del capital.
La marcha de Español de la presidencia coincide con una
reformulación de las cuentas que está negociando el consejo en este
momento con la firma auditora y que elevaría las pérdidas de 2088
hasta los 368 millones.
El grupo, además, tiene deudas por valor de 725 millones -contra
unos fondos propios de 626 millones- la mayoría en un crédito
sindicado de 600 millones con un grupo de entidades financieras
lideradas por Deutsche Bank.
Las acciones de La Seda están suspendidas de cotización por la
Comisión Nacional del Mercado de Valores hasta que se sepa si el
auditor firma las cuentas definitivas. EFE