Belgrado, 18 ene (.).- A partir del 1 de febrero el euro será el único medio de pago en todo el territorio de Kosovo, incluyendo en las zonas mayoritariamente serbias que usa el dinar serbio, lo que podría causar nuevas tensiones con Serbia, informaron hoy los medios locales.
El portal kosovar Kossev indica que según el nuevo decreto del Banco Central de Kosovo "la única moneda permitida para la realización de las transacciones de pago en efectivo en el sistema de pago en la República de Kosovo es el euro".
Esa decisión supondrá eliminar las transacciones de pago serbias, que siguen funcionando en Kosovo en las zonas pobladas por serbios, incluso tras la proclamación unilateral de la independencia de la antigua provincia serbia en 2008.
Desde el final de la guerra de Kosovo en 1999, el país usó primero el marco alemán y a partir de 2002 el euro como moneda, igual que la vecina Montenegro, que tampoco pertenece a la Unión Europea (UE).
Para Belgrado, la medida constituye una nueva presión sobre los serbio-kosovares -un estimado 5 % de la población de Kosovo- que denuncian discriminación, intimidaciones y maltratos por parte de Pristina bajo el Gobierno del primer ministro nacionalista de izquierdas, Albin Kurti.
También lo ve como un golpe al diálogo de normalización entre Kosovo y Serbia, mediado por la UE y apoyado por EEUU.
"Si ponen en entredicho las cosas como la cancelación de transacciones de pago y la eliminación del dinar, entonces realmente Kurti pone todas las cartas en que ya no haya ningún diálogo", declaró la primera ministra de Serbia, Ana Brnabic, a la televisión Prva.
Muchos serbios kosovares reciben sus sueldos, pensiones, subvenciones y otras ayudas en dinares desde Serbia, y hay instituciones como el sistema de educación o la sanidad que funcionan según el sistema serbio y la introducción del euro afectaría en gran medida la vida de esa población.
Serbia no reconoce la independencia de Kosovo, poblada por una gran mayoría de albaneses, y los dos países balcánicos están desde 2011 en un difícil diálogo de normalización que prospera con lentitud y entre constantes tensiones.