Jairo Mejía
Chiba (Japón), 22 oct (EFE).- El creador de vehículos deportivos
Lotus es una de las tres marcas extranjeras presentes en el Salón
del Automóvil de Tokio, lo que, según la empresa británica, responde
a la importancia de este mercado amante del lujo.
"Para nosotros Japón es el tercer mercado en ventas, donde
exportamos el 15 por ciento de nuestra producción, y como somos una
compañía pequeña no dependemos de otro tipo de decisiones como las
grandes marcas", dijo a Efe Glen Moir, director general de las
operaciones internacionales de Lotus.
Moir reconoce que la crisis ha azotado también Japón con la
consiguiente contracción de consumo y ha afectado negativamente a
las ventas de sus deportivos, pero ello no ha sido razón suficiente
para relegar su paso por el escaparate que ofrece el Salón del
Automóvil de Tokio, abierto ayer a la prensa.
El británico Caterham, cuya importancia se reduce a la
introducción de algo más de un centenar de modelos para clientes
específicos, Lotus y la minoritaria Alpina (asociada con BMW) son
las únicas compañías extranjeras presentes en este Salón del
Automóvil.
De ellos, sólo Caterham y Lotus son fabricantes pues Alpina
simplemente modifica modelos de gama alta de BMW.
Lotus se ha convertido en el fabricante foráneo más importante
que presenta novedades en una atmósfera que para Moir "se hace
extraña", ya que en comparación con la anterior edición de 2007 la
puesta en escena y el efectismo de las grandes marcas extranjeras no
ha roto el silencio en las naves de Makuhari Messe en Chiba.
De las 241 compañías del sector del motor que estuvieron
presentes hace dos años, ahora la muestra se ha reducido a 122, al
tiempo que el acceso al público se ha recortado en cuatro días y
estará abierta desde mañana viernes hasta el 4 de noviembre.
El propio presidente del gigante Toyota, Akio Toyoda, reconoció
ayer a la prensa que el Motor Show "ha perdido vida", debido a los
recelos de los fabricante europeos y norteamericanos a costearse el
viaje a Tokio.
El plantón de los fabricantes extranjeros ha supuesto un gran
golpe para la principal feria del motor de Asia, que va perdiendo
protagonismo a favor los Salones del Motor de China.
Pero para Glen Moir la de Japón sigue siendo una muestra
importante ya que aquí "existen muchos seguidores y fieles de Lotus"
y afirmó que el gusto por el lujo y la exclusividad sigue apoyando
sus planes de expansión en Japón.
A pesar de que la crisis mundial ha contraído las ventas de
vehículos a mínimos históricos para el tercer mercado mundial de
turismos, el nicho del lujo sigue manteniendo su lugar preferente
entre los países ricos.
En ciudades como Tokio, la gente ha dejado de interesarse por el
coche como medio de locomoción diario debido a que para adquirir un
vehículo es obligatorio contar con una plaza de garaje y el pago de
peajes dentro de la ciudad.
La crisis en Japón, el aumento del paro y la caída del ahorro han
hecho que la mayoría de los japoneses no renueven su utilitario como
hacían antes y sólo las ayudas públicas a la compra de vehículos
nuevos y los descuentos en peajes han conseguido frenar la caída.
Según Moir, el coche se está convirtiendo en un objeto de
diversión y afición, por lo que se opta por deportivos y modelos más
exclusivos con los que se pueda disfrutar de la conducción en días
de asueto.
"El cliente japonés no se vuelve atrás a la hora de comprar un
deportivo ya que la decisión final ha conllevado una larga reflexión
y es realmente un capricho que quiere darse", recuerda Moir.
Lotus presenta estos días en primicia mundial dos novedades para
el mercado japonés, donde vende por encima de las mil unidades
anuales: el Lotus Evora de 200 CV y una reedición del Exige, el
Stealth, de 272 CV, ambos con precios que rondan los 50.000 euros.
EFE