Ignacio Ortega
Moscú, 3 jun (EFE).- Las dudas expresadas hoy por Azerbaiyán
sobre la viabilidad del proyecto y la intromisión del gigante ruso
Gazprom ensombrecen aún más si cabe el futuro del gasoducto Nabucco,
promovido por la Unión Europea (UE).
"Nabucco es un proyecto que está muy verde. Suena en las
conferencias y en las cumbres, recibe cierto apoyo por parte de
Estados y compañías, pero no hay pasos prácticos", aseguró Natik
Alíev, ministro de Industria y Energía azerbaiyano.
En el marco de la XVI conferencia internacional sobre petróleo
que se inauguró hoy en Bakú, Alíev añadió que "ni siquiera hay
fuentes de gas y tampoco se han firmado acuerdos de suministro con
nadie".
Según los expertos, Azerbaiyán ha perdido la paciencia ante la
falta de avances en el proyecto europeo, que es también apoyado por
Estados Unidos, y no está dispuesto a perder la oportunidad de
vender su gas al mejor postor, en este caso, Rusia e Irán.
A ello contribuye la lentitud de la burocracia comunitaria para
ponerse de acuerdo sobre la imperiosa necesidad de poner en marcha
el "Corredor del Sur", destinado a reducir la dependencia del gas
ruso.
Azerbaiyán y Turkmenistán son vistos por la UE como los
principales suministradores del futuro gasoducto Nabucco, de 3.300
kilómetros y un coste de 4.600 millones de dólares, que uniría el
Caspio con Europa a través de Georgia y Turquía, eludiendo el
territorio ruso.
"En principio se planeó que por las redes de Nabucco pasaría el
gas de Irán y el Golfo Pérsico, y después apareció la región del
Caspio", continuó el ministro, según la televisión azerbaiyana.
Al mismo tiempo, Gazprom lanzó hoy en Baku una nueva ofensiva
para convencer a la Compañía Nacional de Petróleo de Azerbaiyán para
que le venda el gas natural, carburante que Moscú destinaría a sus
clientes europeos.
Alíev explicó que Gazprom propone comprar gas azerbaiyano en el
marco de la primera fase del proyecto de explotación del yacimiento
de Shah-Deniz, uno de los mayores del mundo.
El ministro azerbaiyano comentó que Baku tiene un buen número de
ofertas sobre la mesa, entre ellas, una de Irán, que ha expresado su
deseo de adquirir todo el gas en la segunda fase de la explotación
de Shah-Deniz.
"Debemos valorar todas las ofertas y elegir la más rentable para
nosotros desde el punto de vista comercial. Azerbaiyán en diversas
ocasiones ha abogado por la diversificación de los suministros de
gas", señaló.
La ofensiva de Gazprom en Azerbaiyán es vista como un intento de
atar todos los cabos en la región del Caspio para evitar que llegue
a buen puerto Nabucco.
Baku, que hasta hace poco importaba gas natural de Rusia, planea
para 2015 extraer 45.000 millones de metros cúbicos de gas anuales.
Si vendiera a Moscú una parte de ese gas, apenas le quedaría gas
para bombear por la red de Nabucco, y únicamente tomaría parte en
ese proyecto apenas como país de tránsito.
De esta forma, se cumplirían los presagios del primer ministro
ruso, Vladímir Putin, quien aseguró que Nabucco es un proyecto
inviable sin la participación iraní.
No obstante, el representante especial estadounidense de Energía
para Euroasia, Richard Morningstar, aseguró esta semana que es
prematuro incluir a Irán en proyectos gasísticos internacionales
como Nabucco.
Irán ocupa el segundo lugar tras Rusia en cuanto a reservas
mundiales de gas, aunque debido a la ausencia de inversiones en
infraestructuras importa actualmente carburante de la vecina
Turkmenistán.
Según los planes iniciales, Nabucco debería bombear 21.000
millones de metros cúbicos de gas anuales a partir de 2013 y pasaría
por Bulgaria, Rumanía, Hungría, Austria y Alemania.
El ministro azerbaiyano estimó en 300.000 millones de metros
cúbicos de gas el potencial exportador de la región limítrofe con el
Caspio.
"Qué volumen irá a Europa nadie lo sabe", apuntó.
Moscú insiste en que Nabucco es un proyecto político e insta a
Bruselas a sumarse a sus proyectos alternativos de gasoductos South
Stream -a través del mar Negro- y Nord Stream -por el fondo del mar
Báltico -como alternativa al tránsito por Ucrania con el fin de
"minimizar los riesgos".EFE