Washington, 28 jul (EFE).- Las políticas multilaterales ayudarán
a consolidar el crecimiento y el desarrollo de América Latina, que
aunque según los expertos ha podido amortiguar con "relativo éxito"
la crisis, todavía tiene otros retos que afrontar en conjunto.
Así lo indicó hoy el secretario general de la Organización de
Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, quien participó,
junto a Luis Alberto Moreno, presidente del BID, en un foro para
analizar las perspectivas económicas y sociales de la región, con
motivo del 50 aniversario el Banco Interamericano de Desarrollo.
Insulza señaló que en los últimos seis años la región ha crecido
más que en las cuatro décadas anteriores, la inversión extranjera
aumentó y la pobreza, aunque sigue siendo alta, ha disminuido 10
puntos, según datos de la Comisión Económica para América Latina
(CEPAL).
Sin embargo, destacó que la pobreza no es solo "un problema de
crecimiento" y que aunque la democracia es el sistema que rige en
América Latina, "no está garantizada".
En este mismo sentido, Moreno apuntó que los países de la región
son más prósperos, mas democráticos, pero subrayó que esto "no debe
ser motivo de autocomplacencia", porque "otras zonas del mundo, en
especial de Asia, lograron crecer más rápido".
"Tal vez la salida a los problemas que enfrenta nuestra región
esté en el multilateralismo", porque hay países que no van a salir
de la crisis por sí solos, afirmó Insulza, quien advirtió: "Si no
los sacamos adelante multilateralmente, arriesgamos para el futuro
un desequilibrio mayor".
América Latina tiene que plantearse "si vamos a tomar solo
medidas de carácter político estratégico o si vamos a considerar los
problemas fondo", aseveró.
En esta tesitura, el ex ministro chileno destacó la necesidad de
fortalecer la Carta Democrática Interamericana.
Lo importante "es que entendamos que el camino a la solución está
en la acción colectiva", dijo el titular de la OEA, al destacar el
papel de los organismos multilaterales.
Moreno insistió en que las mejores políticas económicas de los
últimos años, con menores déficit por cuenta corriente, han
permitido a la región afrontar mejor la crisis y mostrar ya "índices
de recuperación".
Destacó que hay diversas señales, como el aumento de la
producción industrial o la mejora de los mercados de capitales, que
apuntan hacia "una posible salida de la crisis".
No obstante, admitió que algunos de esos indicios positivos "se
combinan aún con señales negativas", por lo que habló de un
"prudente optimismo" y resaltó la necesidad de estar preparados
tanto si la recuperación es lenta, como si es más rápida.
En el supuesto de que la crisis se prolongue, Moreno indicó que
organismos como el BID pueden equilibrar la situación con
financiación que permita mantener la estabilidad macroeconómica de
los países.
Además de Insulza y Moreno, quienes tras sus intervenciones
viajaron a Costa Rica para asistir a la XI Cumbre de Tuxtla,
participaron en el foro el senador uruguayo Danilo Astori y el
secretario de Hacienda mexicano, Agustín Carstens.
Tanto Astori, candidato a la Vicepresidencia de Uruguay, como
Carstens abogaron por una recapitalización del BID para que se
adecúe a las nuevas necesidades.
"En un mundo en el que todas las instituciones financieras
importantes, públicas y privadas están recibiendo importantes
inyecciones de recursos, creo que el argumento a favor es obvio",
dijo Astori.
Para ajustarse a esa nueva realidad, apostó por que el BID
ofrezca nuevos servicios financieros, como los préstamos en moneda
local y la diversificación de plazos.
El titular de Hacienda también se mostró a favor de esta
inyección económica y destacó que el BID ha jugado un papel
estabilizador en estos años, que en el caso de México ha sido de
20.000 millones de dólares en crédito.
En este sentido, aseguró que el banco tiene un papel fundamental
para evitar que vuelvan a darse políticas económicas "desordenadas"
basadas en el estímulo al crecimiento por encima de la capacidad de
los recursos de los países. EFE