Londres, 27 jul (EFE).- El Gobierno británico presionó hoy a los
bancos para que concedan más créditos a las pequeñas y medianas
empresas, que se quejan de que las entidades financieras aún no han
restablecido el nivel razonable en la concesión de préstamos.
El ministro británico de Economía, Alistair Darling, se reunió
hoy con los responsables de los principales entidades del Reino
Unido, a quienes dijo estar "extremadamente preocupado" por el hecho
de que no se hayan recuperado los volúmenes crediticios pese a la
multimillonaria ayuda estatal que han recibido los bancos.
Tras la crisis de octubre pasado, que afectó a varias de las
principales entidades financieras del país, se calcula que el Estado
británico desembolsó 1,3 billones de libras (1,5 billones de euros o
2,14 billones de dólares) para evitar el colapso del sistema.
La preocupación del Gobierno es extensiva a las denuncias de los
representantes de las pymes, que aseguran que cuando se conceden
créditos se está haciendo a niveles muy por encima del precio
oficial del dinero, que desde hace meses está en el 0,5 por ciento.
La Asociación de Banqueros Británicos (BBA) negó estas
acusaciones e informó de que el pasado mes de junio la cuantía de
los créditos concedidos a estas empresas aumentó 391 millones de
libras (453 millones de euros o 644 millones de dólares).
Tras la reunión con los banqueros, Darling declaró a la BBC:
"tenemos que llegar al fondo de lo que está pasando individualmente
con los bancos para ver si los créditos están disponibles y para
comprobar que (los bancos) no están cobrando más de lo debido".
"Tenemos que asegurarnos de que los créditos tienen el precio
adecuado", añadió el canciller del Exchequer, quien subrayó que los
bancos tienen ahora la obligación de recuperar el pulso crediticio
en los mercados para contribuir a recuperar la economía.
La ayuda prestada en los últimos meses "no fue un acto de
caridad", les dijo Darling a los responsables bancarios.
En nombre de la BBA, su directora ejecutiva, Angela Knight, negó
que los bancos estuvieran frenando deliberadamente la concesión de
préstamos a las empresas y dijo que no pueden prestar dinero a una
tasa del 0,5 por ciento, porque a ellos ya les cuesta el doble.
El portavoz de la Federación de Pequeñas Empresas, Stephen
Alambritis, defendió que el Gobierno presione a los bancos.
"Es de una importancia enorme que el señor Darling mantenga los
controles sobre los bancos para garantizar que están concediendo
créditos a las empresas y que lo están haciendo a unas tasas
justas", manifestó Alambritis. EFE