Marga Zambrana
Pekín, 12 jun (EFE).- "Prudencia" fue la palabra más pronunciada
en la reunión del Instituto de Finanzas Internacionales celebrada en
Pekín, ante los signos de recuperación en plena crisis, más
evidentes en las economías emergentes que en las desarrolladas.
La reunión de primavera del Instituto de Finanzas Internacionales
(IIF, en inglés), que agrupa a los 390 mayores bancos del mundo,
concluyó hoy con signos mixtos de optimismo y prudencia ante brotes
de recuperación de la peor crisis desde la Segunda Guerra Mundial.
El financiero Georges Soros, presidente del fondo de gestión del
mismo nombre, recordó hoy que "el colapso se originó en el sistema
financiero y de ahí se extendió al resto de la economía", una
situación que valoró como "excepcional".
Ante los líderes financieros, Soros responsabilizó de alguna
manera a la Reserva Federal de EEUU de no haber evitado las burbujas
económicas que originaron la crisis.
En cuanto a su receta para salir del atolladero, aunque dijo no
confiar plenamente en la intervención de los reguladores, se mostró
partidario de un cierto intervencionismo de manera que las
autoridades sean capaces de prevenir nuevas crisis.
"Las autoridades tienen la responsabilidad de rescatar a los
mercados", recomendó Soros.
En cuanto a las perspectivas por regiones, las economías más
avanzadas sufren recesiones más graves que las emergentes, lo cual
no quiere decir que éstas no se estén viendo afectadas, a pesar del
prudente optimismo que mostraron hoy los ponentes.
"La situación ha cambiado en los últimos meses, lo que no está
claro es si es ahora sostenible", consideró Howard Davies, director
de la London School of Economics and Political Science, quien
calificó la situación actual de "gran incertidumbre".
Aunque China prevé un crecimiento este año del 8 por ciento, el
presidente de Morgan Stanley Asia, Stephen Roach, pidió ser
"cuidadosos con las generalizaciones superficiales sobre Asia" y
recordó que en el país asiático, tercera economía mundial, 20
millones de inmigrantes rurales se han quedado sin empleo.
El objetivo chino parece generoso comparado con la recesión que
viven las primeras potencias, pero el 6,1 por ciento de aumento en
el primer trimestre contrasta con el 13 del año pasado.
Los economistas reunidos desde el miércoles coincidieron en que
China tardará en recuperar su ritmo de dos dígitos.
De hecho, Roach recordó que las economías asiáticas son hoy más
dependientes de las exportaciones (47 por ciento) que antes de la
crisis de 1997 (36%), por lo que se han visto más afectadas en la
economía real, aunque su sector financiero se mantuvo a salvo.
En este sentido, Jin Liqun, presidente del comité de supervisores
de China Investment Corporation, que gestiona los fondos soberanos
chinos, reiteró el plan de su gobierno de modificar el modelo de
crecimiento hacia una economía más sostenible, ecológica y social.
Los financieros hispanoamericanos explicaron cómo su región se ha
visto menos afectada por la crisis, lo cual quiere decir que la
caída no ha sido tan pronunciada como la de los países más ricos,
recordó el gobernador del Banco Central de Chile, José de Gregorio.
La recuperación global, de momento, será estadística, ya que por
poco que se estabilice en el último trimestre del año y el primero
de 2010 se producirá un incremento numérico en contraste con la
debacle del último trimestre de 2008 y el primero de este año.
Pero ningún economista ni banquero ha osado poner fecha en Pekín
a la recuperación de la economía real.
El IIF vaticina un dramático descenso de los flujos de capital
privado en las economías emergentes durante este año.
Ese volumen será de unos 141.000 millones de dólares, menos de la
mitad de los 392.000 millones registrados en 2008 y muy lejos del
récord del año anterior, de 888.000 millones de dólares.
El informe refleja divergencias regionales, con una modificación
al alza de flujos hacia los países emergentes de Asia y América
Latina, y a la baja los estimados para la Europa emergente.
Los destinados a los mercados asiáticos emergentes alcanzarán
este año los 88.000 millones de dólares, comparados con los 59.000
millones del año pasado y el récord de 296.000 millones en 2007.
Sin embargo, la Europa emergente recibirá 33.000 millones de
dólares, frente a los 214.000 millones del año pasado.
El IIF prevé una modesta reanimación en 2010 de los flujos hacia
las economías emergentes hasta los 373.000 millones de dólares.
El periodo de mayor debilidad, según el informe de la
institución, se registró entre octubre de 2008 y marzo de 2009, y
aunque se ha superado, el nivel es aún inferior al de 2007. EFE
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