Nueva York, 28 jun (EFE).- El financiero estadounidense Bernard
Madoff acudirá mañana al Tribunal Federal de Manhattan para conocer
la sentencia que se le impone por haber montado y mantenido por más
de dos décadas la mayor estafa financiera de la que se tiene
noticia.
Será labor del juez Denny Chin liquidar el proceso penal
estableciendo una pena que legalmente podría ascender a 150 años de
prisión por los once delitos relacionados con fraude, lavado de
dinero, perjurio y robo de los que se le acusa.
Madoff, de 71 años, se confesó culpable el pasado marzo de esos
delitos para evitar un juicio ante un gran jurado.
También se dijo arrepentido de no haber invertido las grandes
cantidades que sus selectos inversores confiaban a su firma Bernard
Madoff Investment Securities a cambio de rentabilidades inusualmente
altas.
Está previsto que Madoff, encarcelando en el Centro Correccional
Metropolitano de Manhattan -una prisión situada junto al tribunal-,
tome la palabra el lunes ante el juez para expresar "la vergüenza
que ha sentido y el daño que ha causado" con este fraude, adelantó
recientemente su abogado, Ira Sorkin.
El juez ha permitido que este financiero, otrora uno de los más
respetados por la elite financiera y judía de Estados Unidos, acuda
a la corte vestido con su propia ropa, en lugar del uniforme
carcelario tradicional.
La estafa se descubrió el pasado 10 de diciembre cuando Madoff
confesó a sus hijos que su negocio consistía en realidad en una
fraudulenta estructura piramidal (esquema Ponzi), por la que iba
pagando los intereses que prometía con el dinero que le llegaba de
nuevos clientes, sin necesidad de invertir en nada.
Les dijo que, incapaz de mantener esa estructura por más tiempo,
estaba en bancarrota, y había perdido 50.000 millones de dólares,
una cantidad que, supuestamente equivale al dinero invertido por sus
clientes más los intereses conseguidos que resultaron ser ficticios.
Ahora, miles de esos clientes, desde conocidas personalidades
públicas hasta organizaciones benéficas, pasando con especial
incidencia por la sociedad judía estadounidense y entidades de
reputación internacional, reclaman para él cadena perpetua -igual
que la Fiscalía- por haberles estafado, en conjunto, cerca de 13.000
millones de dólares, según los polémicos cálculos del fideicomiso
del caso, Irving Picard.
Sin embargo, el abogado de Madoff ha pedido al juez que tenga en
cuenta la edad y la colaboración prestada por el ex presidente del
Nasdaq y ha sugerido que una condena de entre 12 y 20 años de
prisión sería suficiente.
"Pedimos respetuosamente una sentencia que refleje un grado justo
de proporcionalidad", solicitaba Sorkin esta semana en una carta
dirigida al juez en la que enfatizaba que Madoff ha colaborado para
favorecer la recuperación de la mayor cantidad de dinero posible
para restituir a las víctimas.
Señalaba que, "afortunadamente, el enfurecimiento expresado en
los escritos de las víctimas -remitidos al juez- no ha sido tan
estremecedor como las amenazas de muerte y correos electrónicos
antisemitas que se han enviado a Madoff y a su abogado".
"No obstante, creemos que existe un tono unánime en los escritos
de las víctimas que sugiere un deseo de algún tipo de venganza
colectiva, que, si aquí se apoya, negaría y quitaría el sentido a la
labor del tribunal", agregaba Sorkin.
El proceso para determinar la responsabilidad civil de Madoff y
en qué medida debe restituir a sus víctimas se promete complejo, por
lo que se ha pedido que, aunque la sentencia se emita mañana, la
decisión relativa a la compensación se aplace tres meses.
Poco después de que se conociera la estafa, se hallaron unos
documentos que cifraban los activos manejados por su fraudulenta
firma de inversión en 65.000 millones de dólares, pero según el
fideicomisario encargado del caso, el dinero realmente perdido por
los clientes ronda los 13.000 millones de dólares. EFE