Lisboa, 23 jul (EFE).- El grupo de comunicación luso Media
Capital, controlado por la empresa española Prisa, informó hoy de
que logró un beneficio líquido de 8,6 millones de euros en el primer
semestre de 2009, un 38% menos que en el periodo homólogo de 2008.
En un comunicado enviado a la Comisión del Mercado de Valores
Mobiliarios (CMVM) lusa, Media Capital, dueño del canal portugués de
televisión de más audiencia, indicó que su resultado bruto de
explotación (EBITDA) fue de 24,1 millones de euros en los primeros
seis meses de 2009, el 11% menos que en el mismo periodo de 2008.
Por su parte, el beneficio neto de explotación (EBIT) registró
una caída del 14%, hasta alcanzar los 18 millones de euros.
El total de los ingresos publicitarios del Grupo disminuyeron el
20% durante los primeros seis meses de 2009, hasta situarse en 72,4
millones de euros.
Sin embargo, la empresa destacó que TVI sigue como líder de
audiencias con una cuota de pantalla media del 35,9% y del 41,1% en
horario de máxima audiencia.
Asimismo, el segmento audiovisual del grupo, que compró en mayo
del año pasado la productora Plural Entertainment España por 50
millones de euros, mejoró sus ingresos en el 71% al pasar de los
32,28 millones de euros del primer semestre de 2008, hasta los 55,23
millones del mismo periodo de 2009.
Además del canal TVI, Media Capital, que registró en el ejercicio
2008 un beneficio de 287,4 millones de euros, controla varias
emisoras de radio, publicaciones electrónicas y un proveedor de
acceso a Internet.
La sociedad Vertix SGPS del Grupo Prisa, que entró en Media
Capital en 2005, controla desde hace más de un año un 94,69 por
ciento de su capital, cuyo porcentaje restante está en manos de la
Caixa de Aforros de Vigo, Ourense y Pontevedra.
El pasado mes de junio Portugal Telecom (PT), antiguo monopolio
de las telecomunicaciones donde el Estado luso tiene una acción de
oro, negoció la compra del 30% de Media Capital por 150 millones de
euros, operación vetada por el primer ministro portugués, José
Sócrates, para evitar "sospechas" de intromisión editorial. EFE