París, 23 jul (EFE).- Los ministros de Defensa de los siete
países que participan en el Airbus A400M se reúnen mañana en Francia
para discutir sobre la continuidad del programa de este avión
europeo de transporte militar, que acumula tres años de retraso, y
sobre la eventual prolongación de la renegociación hasta fin de año.
"La principal discusión es si se continúa" el programa del A400M,
explicó hoy a la prensa Benjamin Gallezot, consejero para asuntos
industriales del ministro francés de Defensa, Hervé Morin, que hará
de anfitrión en el encuentro programado en Le Castellet (sureste).
Gallezot añadió que más allá de la cuestión crucial de si se
mantiene en pie el contrato de más de 20.000 millones de euros que
firmaron en 2003 Alemania, Francia, España, Reino Unido, Turquía,
Bélgica y Luxemburgo para la adquisición a Airbus de 180 aparatos,
el debate se centrará en la apertura de una nueva fase de
negociación con el fabricante aeronáutico.
Esa nueva fase, que se debería prolongar hasta finales de año, se
asentaría en una nueva moratoria, que sucedería a las dos que se han
encadenado desde abril, una de tres meses y otra de un mes desde que
los responsables de Defensa se encontraron en un escenario parecido
en Sevilla el pasado 22 de junio.
La moratoria, que tiene que negociarse con Airbus, es un marco
legal que permite la congelación del programa, es decir que mantiene
los derechos de los Estados compradores contenidos en el contrato,
en particular a ser indemnizados por la filial de EADS a cuenta de
sus retrasos o por un abandono del proyecto de avión.
EADS había calculado en abril que los retrasos de más de tres
años en el desarrollo industrial del A400M le podría costar 1.400
millones de euros, y también incluyó en sus cuentas una provisión
potencial de 5.700 millones para el caso de que tuviera que devolver
el dinero avanzado por los siete países si se abandonara el
programa.
Airbus, tras anunciar a comienzos de año que las dificultades
técnicas e industriales habían conducido a ese retraso, había
denunciado que las condiciones que se le impuso en el contrato
original habían sido draconianas y había pedido que los países
pasaran a asumir una parte del riesgo de integración de los sistemas
del aparato, propuesta que fue rechazada.
El responsable francés de asuntos industriales precisó hoy que el
primer vuelo de prueba de este avión, cuyo ensamblaje final debe
realizarse en Sevilla, debe hacerse "a finales de 2009 en el mejor
de los casos" y más probablemente a comienzos de 2010.
No quiso contemplar la posibilidad de que alguno de los países
abandone y renuncie a sus encargos, e insistió en que la posición
francesa es "discutir en un clima sereno" con una moratoria que
permita mantener los derechos, y también en que el A400M es un
aparato con futuro, que ya ha conseguido venderse a Sudáfrica (8
unidades) y Malasia (4).
En principio ningún país puede retirarse unilateralmente, aunque
el Reino Unido y algún otro lo han barajado, entre otras razones
porque contaban con este avión para cubrir sus necesidades de
transporte estratégico en los próximos años, y ahora tendrán que
buscar soluciones alternativas.
Esas soluciones "paliativas" también van a ser objeto de
discusión, pero al margen de la renegociación del contrato y no
conciernen a todos los Estados.
Así por ejemplo, el Ejército español dispone de aviones Hércules
para el transporte que podrá seguir utilizando, y por eso Madrid se
ha mostrado más flexible en los plazos para recibir los 25 aviones
A400M que ha encargado.
La ministra española de Defensa, Carme Chacón, acudirá a la cita
de Le Castellet, después de haber presidido en junio la reunión de
Sevilla. EFE