La Paz, 27 oct (EFE).- El embajador de Francia en Bolivia, Antoine Grassin, afirmó que su país siente una "pequeña decepción" por la decisión del Gobierno de Evo Morales de no tener socios en la producción de carbonato de litio en el salar de Uyuni (suroeste), publica hoy el diario La Razón de La Paz.
"Hay una pequeña decepción en el sentido de que pensamos que una asociación con empresas extranjeras permitiría (a Bolivia) ganar tiempo y mejorar la calidad (del carbonato de litio)", dijo Grassin en entrevista con ese diario.
Morales anunció la semana pasada la estrategia de su país para producir por su cuenta carbonato de litio y después buscar en 2014 una sociedad para la fabricación en Bolivia de las baterías que usarán ese metal para la industria de automóviles eléctricos.
El Gobierno boliviano construye en Uyuni una planta piloto para fabricar inicialmente 40 toneladas de carbonato de litio mensuales para proyectar luego una fábrica industrial que procese 30.000 toneladas anuales del metal.
El salar de Uyuni, una explanada de 10.000 metros cuadrados situada en el departamento de Potosí, tiene las mayores reservas de litio del mundo que, según el Servicio Geológico de Estados Unidos, rondan las 9 millones de toneladas métricas, aunque el Gobierno boliviano asegura que se trata de 100 millones.
Grassin dijo también que la decisión de Bolivia no fue una sorpresa porque hasta ahora no había respondido a las propuestas que se le hicieron para trabajar en Uyuni.
Además de un consorcio formado por las empresas francesas Bolloré y Eramet, compañías de Corea del Sur, Japón y Rusia, entre otros países, hicieron propuestas a Bolivia, pero según el Gobierno no cumplían con sus expectativas para la industrialización del metal.
Grassin afirmó que la propuesta "de Francia siempre ha sido hacer una cadena completa de industrialización", asociándose "por supuesto en la primera fase de carbonato, pero con el fin de desembocar en una fase de industrialización con fabricación de productos".
Agregó que si bien en mercado del litio comenzó a desarrollarse y Bolivia puede lograr socios después, las empresas de la industria automovilística no van a quedarse de brazos cruzados.
"Hay litio en las salmueras y no sólo en Bolivia, (también) en Chile -que produce el 50% del carbonato de litio y aún hay mucho por hacer-, en Argentina, y hay litio en rocas, como en China, Estados Unidos, Afganistán, en muchos países", dijo Grassin.
También subrayó que las grandes reservas de litio de Bolivia, "quizás no tan grandes como lo dijo el Presidente", le dan a este país la responsabilidad en el abastecimiento del mercado con un producto de "buena calidad y en grandes cantidades porque es el factor clave para desarrollar la tecnología limpia".
"Si hay escasez de litio, si Bolivia -imaginemos- no consigue finalmente explotar Uyuni, va a ser un déficit para el planeta. Por eso, el litio de Uyuni sí es importante, pero no solamente para Francia, es importante para el mundo", concluyó Grassin. EFE
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