Londres, 11 oct (EFE).- Global Witness acusó hoy a varios grandes
bancos británicos de haber aceptado millones de libras en depósitos
procedentes de políticos nigerianos corruptos, lo que según la
organización, pone en duda el compromiso de estas entidades en la
lucha contra los delitos financieros.
Según el último informe de esta organización, los bancos
Barclays, NatWest, Royal Bank of Scotland, HSBC y UBS aceptaron
ingresos en cuentas de gobernadores nigerianos corruptos entre 1999
y 2005, lo que les convierte en cómplices de la situación de
corrupción y pobreza que reina en este país de África Occidental.
Global Witness asegura que casi todos estos bancos habían violado
previamente las normas de la Autoridad de Servicios Financieros
británica (FSA) al ayudar en 2001 al ex dictador nigeriano Sani
Abacha a llevarse cerca de mil millones de libras al Reino Unido.
Para la organización, "se suponía" que estos bancos habían
reforzado sus sistemas de control, pero el nuevo informe demuestra
que, pocos años después, vuelven a recibir dinero corrupto de
Nigeria.
"Tampoco hay indicios de que la FSA haya tomado medidas hasta el
momento", subrayaron desde Global Witness y acusaron a ésta de no
tomarse suficientemente en serio el problema de la corrupción y el
blanqueo de dinero.
La asociación asegura que el informe, en el que se cita a varios
gobernadores perseguidos por la justicia nigeriana acusados de haber
sustraído grandes cantidades de dinero de erario público, está
realizado en base a documentos judiciales de litigios interpuestos
en Londres por parte del Gobierno nigeriano para recuperar esos
fondos.
"Los bancos son rápidos a la hora de penalizar a los clientes
ordinarios por pequeñas infracciones, pero parece que están menos
preocupados de que el 'dinero sucio' pase por sus cuentas", precisó
hoy Robert Palmer, un responsable de Global Witness.
"La corrupción a gran escala no es posible sin que los bancos
permitan hacer pagos desde fuentes oscuras o admitan cuentas de
políticos corruptos", agregó Palmer.
El informe recuerda el caso del Royal Bank of Scotland, uno de
los bancos rescatados por el Gobierno británico durante la crisis,
que permitió a un ex-gobernador nigeriano, Alamieyeseigha, ingresar
en el Reino Unido 2,7 millones de libras (3 millones de euros) que
había recibido de manera fraudulenta de un contratista llamado
Ehigie Edobor Uzamere.
"Resulta ofensivo no sólo que los contribuyentes hayan tenido que
rescatar a un banco, sino que ese banco haya facilitado la
corrupción en Nigeria, un país donde más de la mitad de la población
no tiene todavía acceso al agua potable", puntualizaron desde Global
Witness. EFE