Nueva York, 8 jun (EFE).- Nueva York contará desde mañana con un
nuevo parque creado sobre una línea de tren abandonada que circulaba
por Manhattan por encima del nivel del suelo, lo que ofrecerá una
perspectiva diferente de algunos de los lugares más emblemáticos de
la ciudad.
El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, cortó hoy la cinta
inaugural de la primera parte del parque de la High Line ("línea
alta" en inglés), aunque no se podrá visitar hasta el martes, que es
cuando se inaugura oficialmente.
Al proyecto se han dedicado cerca de diez años de trabajos y
costará en total 152,3 millones de dólares.
La peculiaridad de esta nueva zona verde es que se ha construido
sobre una línea ferroviaria abandonada que atravesaba de norte a sur
parte de la isla de Manhattan y que en la década de los 30 se
utilizó para transportar mercancías a lo largo de la Décima Avenida.
"En lugar de destrozar esta valiosa pieza de nuestra historia, la
hemos reciclado para crear un innovador y estimulante parque que
proporcionará más espacio al aire libre para nuestros ciudadanos y
creará puestos de trabajo y beneficios económicos para nuestra
ciudad", dijo Bloomberg.
Su longitud completa será de una milla y media (2,4 kilómetros) y
partirá de la calle Gansevoort, en el barrio de Meatpacking, para
terminar en la calle 34, en la zona oeste de Midtown.
La parte inaugurada esta semana se extiende solo hasta la calle
18 y ha requerido una inversión inicial de 86,2 millones de dólares.
Desde este parque, neoyorquinos y turistas tendrán la oportunidad
de observar con una perspectiva diferente algunos de los enclaves
más conocidos de la Gran Manzana, desde la Estatua de la Libertad
hasta el Empire State, pasando por las vistas al río Hudson y el
distrito financiero de Manhattan.
"Hace diez años, los detractores de la High Line creían que era
una monstruosidad. Afortunadamente, hubo un puñado de gente que
cuando la miraba veía en ella un extraordinario regalo para el
futuro de nuestra ciudad. Hoy desenvolvemos ese regalo", apuntó
Bloomberg.
En caso de que haya una excesiva afluencia de gente en los
primeros meses, los responsables del parque planean crear un sistema
para limitar a unos 1.700 el número de personas que se encuentren al
mismo tiempo sobre la plataforma, que se cerrará en horas nocturnas.
En la ceremonia de hoy también estuvieron presentes el conocido
chef Mario Batali, la diseñadora Diane von Furstenberg y la
presidenta del Concejo Municipal de Nueva York, Christine Quinn,
quien calificó el parque de "un sueño hecho realidad para la
ciudad".
"A partir de mañana, los neoyorquinos de los cinco distritos y
los visitantes de todo el mundo podrán darse un paseo a treinta pies
de altura (nueve metros) sobre algunos de los barrios más históricos
de Manhattan de una forma que nunca se creyó posible", añadió. EFE
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