Naciones Unidas, 25 jun (EFE).- Los países en desarrollo
exigieron hoy en la Asamblea General de la ONU contar con una mayor
presencia en la arquitectura financiera internacional, que
consideran dominada por los países ricos causantes de la actual
crisis económica global.
Los representantes de las economías pobres reiteraron en la
cumbre organizada por Naciones Unidas para buscar soluciones a la
crisis, que la reforma de los mercados y las instituciones
financieras globales es ineludible.
"Hemos de crear una nueva arquitectura financiera que nos haga
independientes de los mercados especulativos internacionales", dijo
el presidente de Ecuador, Rafael Correa, en su intervención ante la
Asamblea, en la que pidió a los países pobres que se libren del
"chantaje" al que, en su opinión, les han sometido las naciones más
ricas.
El mandatario suramericano subrayó que la solución a la crisis
económica y financiera global debe salir del "G-192", que agrupa a
todos los países miembros de este organismo multilateral, y no de
otros grupos reducidos como el G-8 o el G-20.
Correa formuló duras críticas hacía las políticas económicas de
Estados Unidos, así como del Fondo Monetario Internacional (FMI) y
del Banco Mundial (BM), a las que señaló como el origen de la crisis
financiera y económica que azota a todas las economías del planeta.
Aseguró que los países en desarrollo, que no tuvieron
responsabilidad en el desplome de los mercados financieros, ahora
son la "víctima principal" de la crisis.
Correa fue el único jefe de Estado en tomar la palabra en la
jornada de hoy, después de que el presidente de Bolivia, Evo
Morales, se viera obligado a cancelar su intervención debido a la
avería del avión que debía trasladarlo desde Venezuela, donde
asistió el miércoles a una reunión regional.
Al igual que el presidente ecuatoriano, otras delegaciones
exigieron una reforma profunda de los mercados y los organismos
financieros globales.
El ministro de Economía de El Salvador, Héctor Miguel Dada
Hirezi, reclamó a los mecanismos financieros internacionales que
"tengan un contenido solidario".
"La gravedad de lo que sucede en el mundo en este momento, la
poca capacidad de respuesta que los mecanismos a escala mundial han
tenido frente a un fenómeno de escala mundial, muestran con claridad
la necesidad de un cambio de visión", agregó en su discurso ante la
Asamblea General.
Los países en desarrollo señalaron que los 1,1 billones de
dólares en ayuda ofrecidos en abril por el grupo de las 20
principales economías del mundo (G-20) no son suficientes para
abordar las graves consecuencias de la crisis en sus tejidos
económicos y sociales.
El ministro de Hacienda de Nicaragua, Alberto Guevara, lamentó
que la gran banca haya recibido rescates financieros de "trillones
de dólares", mientras países como el suyo se ven obligados a adoptar
duras medidas de ajuste.
"Actualmente los responsables de la crisis debido a la
irresponsabilidad motivada por la avaricia están siendo premiados
sin ninguna depuración de responsabilidades, mientras las víctimas
de la crisis son simplemente daños colaterales", apuntó en su
intervención.
Por su parte, el gobernador del Banco Estatal de Pakistán, Syed
Salim Raza, respaldó la propuesta recomendada por el grupo de
asesores económicos de la Asamblea General de construir nuevas
entidades financieras multilaterales enclavadas en la ONU.
"La idea de establecer un Consejo de Coordinación Económica
Global, preferiblemente bajo el Consejo Económico y Social de la
ONU, para abordar el funcionamiento del sistema económico global
debería considerarse con seriedad después de esta conferencia",
apuntó.
Esta es una de las medidas propuestas por el grupo de expertos
encabezado por el Premio Nobel de Economía estadounidense, Joseph
Stiglizt, partidario de transformar radicalmente la arquitectura
económica internacional y abandonar el dólar como divisa
internacional.
Sin embargo, el documento final que la Asamblea General tiene
previsto adoptar el viernes se limita a instar a instituciones como
el FMI a ser más flexibles en la concesión de préstamos al mundo en
desarrollo, al tiempo que aboga por avanzar en la reforma de la
estructura de estas organizaciones financieras.
Según el Banco Mundial, los flujos de capital privado a las
economías en desarrollo se han reducido en un 82 por ciento desde
2007, por lo que afrontan un "déficit financiero" de 700.000
millones de dólares que agravará la situación de pobreza de sus
poblaciones.
Unos 100 millones de personas más se verán abocados a la extrema
pobreza cada año que dure esta crisis, según cifras de Naciones
Unidas. EFE
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(Con fotografías y audio)