París, 4 jun (EFE).- El Gobierno francés ha renunciado, al menos
en el plazo de 15 a 20 años, a la construcción de una nueva línea de
ferrocarril dedicada a la alta velocidad por el País Vasco francés
por el impacto medioambiental, aunque asegura que eso no tiene por
qué frenar la construcción de la línea entre París y Bayona.
La ministra de Interior, Michèle Alliot-Marie, intervino hoy en
la polémica que se ha generado a partir de unas intervenciones
suyas, en particular al pedir formalmente que se ponga fin a los
estudios para una nueva línea de tren de alta velocidad (TAV) entre
Bayona y la frontera española.
En un comunicado, Alliot-Marie insistió en que "es totalmente
erróneo pretender que el acuerdo logrado sobre el paso de la línea
de alta velocidad en la costa vasca (el aprovechamiento del corredor
actual en lugar de la construcción de una línea nueva) pondría en
peligro la realización o el calendario del enlace de gran velocidad
París-Burdeos-Madrid".
Es más, aseguró que la decisión común tomada por el departamento
francés de Transportes y el ente estatal propietario de las
infraestructuras ferroviarias RFF "afirma por el contrario la
necesidad y la continuación".
La ministra de Interior, alcaldesa adjunta de la localidad
vascofrancesa de San Juan de Luz, señaló que la secretaría de Estado
de Transportes y RFF habían llegado a la conclusión de que la
conexión con TAV con España "no exige la realización de una nueva
vía (por el País Vasco francés) antes de la eventual saturación de
la vía actual, como mínimo de aquí a 15 a 20 años".
Además, añadió que en caso de que se llegara a la saturación y se
decidiera la construcción de una nueva línea entre Bayona y la
frontera española, una zona fuertemente urbanizada, "ésta debería
estar enterrada para preservar el patrimonio natural y
arquitectónico".
Alliot-Marie replicaba así al presidente de la región de
Aquitania, el socialista Alain Rousset, y al alcalde de Burdeos, el
conservador Alain Juppé, que habían mostrado su desacuerdo y su
inquietud por la iniciativa de la titular de Interior de paralizar
los estudios para una línea dedicada específicamente al TGV por el
País Vasco.
Rousset y Juppé consideran que eso significa un revés para el
conjunto del proyecto de conectar con alta velocidad París primero
con Burdeos y luego esta ciudad con España por el País Vasco.
Unos planes que, hasta ahora programan la construcción del tramo
Tours-Burdeos en el horizonte de 2016 y el Burdeos-Bayona para 2020.
Alliot-Marie, en una crítica apenas velada a las quejas del
presidente regional y del alcalde, dijo tener "a menudo la
desagradable impresión de que en Burdeos se niegan a escuchar a los
representantes y a los ciudadanos de la costa vasca que apoyan la
línea de alta velocidad pero piden soluciones razonables".
Y concluyó que con la posición del departamento de Transportes y
de RFF de abandonar los estudios para un nuevo corredor ferroviario
por el País Vasco francés "es una solución que compagina el interés
económico de la línea de alta velocidad y la preservación del medio
ambiente".
Juppé había anunciado esta mañana que iba a pedir a Nicolas
Sarkozy, que interviniera en este asunto, durante una comida que el
presidente francés ha celebrado hoy en Burdeos.
El actual alcalde de Burdeos, que fue primer ministro, insistió
en que si se quiere cumplir el calendario de 2016 para que su ciudad
esté conectada con París con alta velocidad hay que tomar las
decisiones en un plazo de dos meses.
En una entrevista al gran periódico de la región, "Sud Ouest",
Juppé manifestó su sorpresa y su disgusto por la postura de
Alliot-Marie, que calificó de "puñalada que amenaza con bloquear el
asunto en su conjunto".
Un proyecto -recordó- de 14.000 millones de euros en Francia que
debe permitir no sólo que Burdeos esté a dos horas de viaje de
París, sino también a cuatro horas de Madrid y a una de Toulouse.
El futuro del TGV por el País Vasco francés cobra una particular
relevancia en un momento en que por la vertiente española se está
construyendo la línea de alta velocidad en lo que se conoce como la
Y vasca. EFE