Lisboa, 29 jun (EFE).- Portugal Telecom (PT) aspira a que la
pugna con Telefónica por la brasileña Vivo concluya mañana cuando
los accionistas de la empresa lusa decidan si aceptan la oferta de
6.500 millones de euros hecha por la multinacional española.
Sin embargo, el resultado y las consecuencias de esa asamblea son
por ahora inciertas, sobre todo por la posibilidad de que un
decisivo 10 por ciento de acciones de PT imputadas a Teléfonica
puede ser privado de voto.
El presidente de Portugal Telecom (PT), Zeinal Bava, se
comprometió hoy a respetar la decisión de los accionistas e instó a
la empresa española a hacer lo mismo.
Pero los analistas del mercado luso apuntan a que la pugna puede
continuar, sobre todo si la oferta de Telefónica se ve perjudicada
porque esas acciones no puedan votar.
Aunque PT no ha revelado los accionistas confirmados para la
Asamblea, extraoficialmente se supo que se espera un récord de
afluencia, calculada ya en cerca del 80% del capital.
A la venta de Vivo a Telefónica se opone el llamado "núcleo duro"
de accionistas portugueses de la compañía, que controlan una cuarta
parte de sus títulos y encabezan dos bancos -uno de ellos estatal-
junto a un grupo de comunicación.
Los que pueden inclinar la balanza a uno u otro lado son los
accionistas internacionales, entre ellos varios fondos de inversión
que no han hecho comentarios públicos sobre su intención de voto.
La compañía española ha subrayado que considera muy atractiva
para los accionistas su oferta por el 30 por ciento del capital de
Vivo que tiene PT a través de Brasilcel, la sociedad constituida con
Telefónica que controla en total el 60 por ciento de la empresa
brasileña de móviles.
La operadora española hizo en mayo una primera oferta de 5.700
millones de euros para hacerse con el 100 por 100 de Brasilcel y la
aumentó el pasado 1 de junio hasta los actuales 6.500 millones.
El consejo de administración de PT rechazó ambas ofertas aunque
ante la segunda optó por convocar la asamblea de accionistas de
mañana para que se pronuncien sobre la operación.
En los dos últimos dos meses Vivo ha agriado las relaciones entre
la empresa española y la portuguesa, que no eran buenas desde que
Telefónica apoyó, hace dos años, una opa hostil contra PT.
El presidente de Portugal Telecom, Zeinal Bava, y algunos de los
principales accionistas lusos e incluso el primer ministro, José
Sócrates, se han pronunciado contra la venta de Vivo, que consideran
estratégica para PT.
El Gobierno portugués no ha revelado si hará uso de su poder de
veto en PT, en la que mantiene acciones con derechos especiales mal
vistas por Bruselas, pero Sócrates anunció que el banco estatal
Caixa Geral -con el 7,3%- votará contra la venta.
La expectativa de que PT reciba por Vivo el mayor ingreso de su
historia había impulsado en los dos últimos meses el valor de la
compañía en la bolsa lusa cerca de un 50 por ciento, pero en los
últimas días sus títulos no paran de bajar.
Respecto al pico de 9,12 euros por título que registro su acción
el 2 de junio -un día después de la segunda oferta de Telefónica-
hoy cotizó a 8,26 euros, con otro descenso cercano al 1 por ciento.
Aun así, PT mantiene su valor muy por encima de los 6,48 euros
registrados el pasado 7 de mayo, antes de que se divulgara la
primera oferta por Vivo.
Hasta ahora las acciones no habían dejado de subir pese a varios
jarros de agua fría que el consejo de administración echó sobre la
oferta de Telefónica.
Además de rechazar las dos propuestas y defender que Vivo vale
más para Telefónica, los directivos de PT rechazaron su petición de
pagar un dividendo extraordinario si se cierra la operación y
advirtieron de que el dinero puede destinarse a inversiones u otras
operaciones.
El último revés que recibió la empresa española fue el lunes,
cuando el regulador bursátil luso consideró que los contratos para
alienar sus acciones de PT aconsejan imputarle los derechos de voto.
Telefónica se deshizo el pasado miércoles de un 8% de PT, con lo
que pasó a tener sólo el 2,02%, e impidió que el grueso de sus
títulos fueran excluidos de la votación de mañana por conflicto de
intereses.
Pero la decisión del regulador considera que no se ha producido
una venta efectiva de las acciones, ahora en poder del banco suizo
UBS (5,84%) y la gestora estadounidense TPG-Axon Capital (4,24%).
Además de estas sociedades y la estatal Caixa Geral, son
accionistas de referencia de PT el Banco luso Espírito Santo (7,99%)
y Ongoing (6,74), que controla varios medios de comunicación
portugueses, así como el fondo norteamericano Brandes Investment
Partners (7,89%) y el grupo británico Barclays (2%). EFE